MUELLE DE ARRILUCE.GETXO.VIZCAYA. ACUARELA DE PALOMA ROJAS

martes, 15 de marzo de 2011

CAMBIOS SOCIO-ECONÓMICOS PRODUCIDOS POR EL DESCUBRIMIENTO
Me acabo de dar cuenta que desde que ha empezado este curso 2010-11, en ninguno de los posts de la tertulia de Historia he mencionado al ponente, como hacía otros años. Aunque ya todos le conoceís de otros años,vuelvo a presentaros a D. Luis Crovetto. Linceciado en Historia que tantos ratos buenos nos hace pasar. A él y a Lourdes A. brindo mi mas profundo agradecimiento por toda su ayuda.
CLASES SOCIALES

El descubrimiento de América trajo consecuencias muy positivas pero también algunas no deseables que afectaron a la vida cotidiana de sus coetáneos produciéndose profundas alteraciones en el orden social económico y el cambio en las relaciones externas de los estados, que tuvieron que dar un giro importante a su política exterior y adaptarse al nuevo orden mundial hasta entonces desconocido.
Hasta ese momento todo el comercio europeo giraba en torno al Báltico pero sobre todo al Mediterráneo. Una ciudad que se verán de alguna manera perjudicada será Barcelona, ya que el eje comercial va a trasladarse al Atlántico, concretamente a Sevilla y Lisboa. Por otra parte los estados europeos que no habían participado en el descubrimiento al ver los recursos que se avecinaban intentarán de alguna forma introducirse en ese ámbito y arrebatar la influencia hispana de esos territorios. Toda la política exterior de Europa se forjará en torno a este hecho.
Pero es que además la gran afluencia de metales preciosos y otros bienes suntuosos, produjo una demanda de productos de lujo con fuerte valor añadido por parte de la nobleza, tanto hispana como europea; esta fuerte demanda de objetos suntuosos sin una mejora en la producción produjo un alza en los precios agrícolas y una elevada inflación. Tanto la alta como la baja nobleza nunca se habían preocupado de introducir mejoras en sus propiedades.


En lo social se produce también un cambio de mentalidad: se desarrolla el espíritu aventurero, las clases sociales menos favorecidas ven que pueden enriquecerse y se enrolan en los barcos rumbo a hacer las Américas; luego invertirán en la metrópolis en casas y comprarán tierras. Cambios que se dan hasta en la nobleza, que por su educación había oficios que no efectuaban. A partir de aquí ofrecerán sus servicios al Estado a cambio de influencias ante los cambios económicos que se avecinaban.

Dos entusiastas seguidoras de las Tertulias

Una clase que se ve muy afectada es la nobleza. Los humanistas opinaban en aquella época que la nobleza basaba su virtud en la educación y el servicio al Estado pero a partir de este momento sólo les quedará el servicio al Estado no altruistamente sino como autodefensa ante los cambios económicos que les suponía la pérdida de rentas.
Siempre hubo una diferencia entre la alta y la baja nobleza pero ahora se agudiza mucho más; a todos les afecta el alza de los precios y la inflación, pues a pesar de que los precios agrícolas suben, no lo hacen en la suficiente medida como para poder pagar en moneda, estos objetos de lujo. Se producen varias devaluaciones monetarias, y además en el sistema de explotación de sus tierras nunca se había tenido en cuenta el logro del máximo rendimiento. Pero si la alta nobleza se vio abocada a buscar en el servicio a la monarquía un plus a sus ingresos no le sucedió lo mismo a la baja nobleza que vivían de sus pocas tierras y en el mayor de los casos malamente explotadas, así que muchas veces se vieron obligados a vender sus escasas propiedades para pagar sus deudas
Debido a la venta de tierras muchos pasaron a descender en su escala social, pero también hubo algunos que ascendieron. Si la alta nobleza ocupó altos cargos en el ejército y en el gobierno de la nación, también la pequeña nobleza, aprovechando que su hidalguía incluía una mejor educación, pudieron ocupar cargos en la administración del estado como escribanos y secretarios. Estos oficios se iban profesionalizando cada vez más con el tiempo, de tal manera que fue una forma de promoción personal ya que estos cargos produjeron honores y beneficios tanto a la alta como a la baja nobleza, que se vieron recompensados por la pérdida de valor de sus propiedades y, curiosamente, a veces la recompensa por parte de la monarquía a sus leales servicios era el otorgamiento de tierras y señoríos que habían quedado vacantes, tras la puesta en venta de sus antiguos dueños

Mª Dolores y Mª Pilar siempre atentas.

En resumen vemos como muchos nobles se arruinan pero otros, sin embargo, ven muy mejorada su situación; incluso algunos que pertenecían a la baja nobleza, con el tiempo pasan a formar parte de la alta nobleza.
La alta nobleza
mantiene un papel fundamental en el ejército y la administración Real. En Castilla el Presidente del Consejo era un noble pero el secretario solía pertenecer a la pequeña nobleza rural o incluso en muchas ocasiones eran hijos bastardos, pero es interesante destacar que este secretario al despachar directamente con el monarca adquiría una relación personal de la que siempre podía sacar algún beneficio. Conclusión que la privanza cerca del rey fue uno de los grandes objetivos de la lucha política cortesana.
Como la alta nobleza debía aparentar su status, comenzaron a gastar desmesuradamente en un consumo, según las fuentes de la época, realmente desenfrenado. No les bastan las fábricas de paños castellanas si no que importan paños y ricos brocados de Flandes, fluyendo de esta forma el dinero hacia el exterior, así que la balanza de pago se hace negativa, a pesar de que ya en tiempos de los Reyes Católicos para contener el gasto excesivo ante la generalización de el gusto de los nobles por vestir ricamente, ya habían promulgado estos monarcas diversas pragmáticas sobre las leyes suntuarias. Pero este gasto conspicuo no sólo se exteriorizaba en la manera de vestir de la nobleza, que debía mantener su status sino que este derroche se manifestaba también en banquetes, carruajes, en los tiros y los aparejos de los caballos. Además cada vez que éstos nobles se movían de un sitio para otro llevaban con ellos multitud de criados y servidores que también debían ser vestirlos acorde a la posición del señor.
En esta época se construyen cantidad de palacios en las ciudades. En Inglaterra sin embargo los nobles edificarán sus palacios en el campo. Debido a que los nobles españoles viven alejados de sus tierras, éstas tierras no producen lo que debieran producir con lo cual sus rentas tampoco son lo que debieran de ser. Aunque los precios agrícolas subieron en esta época, el nivel de vida de estos nobles era tan alto que se tuvieron que endeudar al ser mayor el gasto que tenían que el producto de sus rentas. Pero como en España y Francia el poder de la nobleza venía del mantenimiento del mayorazgo, los acreedores podían exigir el pago al noble moroso pero no podían embargarle las tierras que iban incluidas en el apellido, precisamente por el mismo mayorazgo, con lo cual el despilfarro no se frenaba. Podemos decir que ya era un hecho que venía dándose pero ahora se va a dar un paso más en la conversión de nobleza solariega, en nobleza cortesana y de funciones.
Al Rey también le convenía estas prerrogativas de la nobleza porque le convenía tenerla relativamente controlada para el mismo mantenimiento real y de su ejército, este ejército se solía financiar con los subsidios que aportaban la nobleza que por lo demás estaba exenta del pago de impuestos.

Tres de las asiduas asistentes a las tertulias
Lourdes A. ha incluido en sus apuntes este ejemplo de pequeña nobleza venida a menos:
"En un lugar de la Mancha [2], de cuyo nombre no quiero acordarme [3], no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor [4]. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches [5], duelos y quebrantos los sábados [6], lantejas los viernes [7], algún palomino de añadidura los domingos [8], consumían las tres partes de su hacienda [9]. El resto della concluían sayo de velarte [10], calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo [11], y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino [12]".

2 comentarios:

  1. ...Me encantan SEVILLA Y LISBOA , ambas poseen ese sabor en el paladar del esplendor de ls grandes descubrimientos y es curioso hasta en LISBOA el ran desastre que sufrio les dejo aún en pie como recuerdo vivo para el mundo...un fuerte abrazo y saludos BEGOÑA a tu encantadora tertulia.


    j.r.s.

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  2. Muchísimas gracias Jose Ramon por tu visita a mi blog. Lisboa, cuando la vi, hace ya muchos años, me pareció una ciudad preciosa.
    Saludos

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