MUELLE DE ARRILUCE.GETXO.VIZCAYA. ACUARELA DE PALOMA ROJAS

viernes, 29 de marzo de 2013



FELIPE II. REFORMAS ADMINISTRATIVAS Y FINANZAS.
Felipe II

REFORMAS ADMINISTRATIVAS DE FELIPE II

El Emperador Carlos I había gobernado  como tal y España - sobretodo Castilla y las riquezas venidas de América - habían sido fuente de recursos económicos para sostener las guerras imperiales. Pero todo ello iban directamente a los banqueros holandeses, alemanes y genoveses para cubrir los préstamos concedidos. 
Tanto Carlos I como Felipe II fueron reyes absolutistas. El hijo continuó con las instituciones heredadas de su padre. Pero así como Carlos I se sabía emperador, y se dedicó a mantener su imperio, Felipe II gobernó como Rey de España, especialmente de Castilla, como centro de su imperio. Apenas visitó el resto de sus posesiones, sino que estas eran gobernadas  a través de oficiales y virreyes, evitando caer en el error de su padre, ausente de España en algunos de los acontecimientos importantes de este reino por atender a los problemas y guerras de sus otras posesiones. Felipe fue profundamente español. 
Convirtió a España en el primer reino moderno: llevó a cabo reformas importantes: hidráulicas, de las redes de caminos y posadas, cambios en la administración y sistema burocrático. Los administradores que le rodeaban eran personas cultas que habían estudiado en las Universidades de Alcalá y Salamanca; los aristócratas también participaban de las labores de administración. 
Universidad de Alcalá
Universidad de Salalmanca

Estas son algunas de las reformas que llevó a cabo.

Traslada la Corte a Madrid en 1561, haciendo de esta ciudad la capital permanente del reino. Y así ha permanecido hasta nuestros días, excepto por un corto periodo de cinco años durante el reinado de Felipe III, cuando pasó a Valladolid
Creo la Grande y Felicísima Armada invencible.
Los Tercios – unidades militares-  fueron creados por Carlos I pero jugaron un papel decisivo en las victorias de Felipe II sobre los franceses, ingleses y holandeses. Su especialidad eran los asedios. 
Soldados de Los Tercios
                                                       Asedio de los Tercios a Breda
Tuvo los mejores militares de su época, tanto de tierra como de mar: El Gran Duque de Alba, Alejandro Farnesio, Álvaro de Bazán y Juan de Austria. También gozo de los mejores soldados de su tiempo.
Duque de Alba
Alejandro Farnesio
Álvaro de Bazán
Don Juan de Austria 
Realizó innovaciones militares como la aparición de los arcabuceros, mosqueteros, piqueros y la Caballería. En cuanto a la artillería contaba con cañones de bronce o hierro colado - menos peligrosos que los utilizados hasta entonces, que podían explotar a quienes los utilizaban-, medios cañones, culebrinas y falconetes. En cuanto a las tácticas de guerra, se desarrollaron las llamadas Encamisadas (ataques por sorpresa). En los asedios los Tercios eran los encargados de hacer trincheras rodeando la plaza y acercar los cañones, además de minar  los muros.
Arcabuces
Mosquetes
                                                                          Culebrinas
Piqueros
                                                                     Caballería 
En cuanto a la flota, se utilizaron galeones en gran número. Tenían la doble capacidad  de trasportar armamento y tropas y estaban habilitados para las largas travesías. Resultaban barcos de carga fuertemente armados. 
Galeón Español
En 1537, Carlos I creo la Infantería de Marina de España, la más antigua del mundo. Pero fue Felipe II quien concibió las fuerzas de desembarco, algo que ha perdurado hasta nuestros días.
Fuerzas de desembarco en la Isla Terceira
Creó el Camino Español, vía terrestre por el que se transportaba dinero y tropas  desde la Italia Española hasta los Países Bajos, también bajo el poder del Sacro Imperio.
El Camino Español
Existía un fuerte control sobre el comercio con las Indias, que solo podían comerciar con un puerto español. Primero fue Sevilla y más tarde Cádiz. El monopolio español, fue combatido por los ingleses, holandeses y franceses, pero perduró durante más de dos siglos. España se convirtió en el país  más rico de Europa. Riqueza empleada en pagar las guerras contra los protestantes de Centroeuropa y del norte. En  el siglo XVI hubo una gran inflación lo que fue en parte causa de la destrucción de la economía del país. 
Felipe II creo un sistema de mensajeros que en un máximo de tres días podían trasladarse a cualquier parte de la península o alcanzar los Países Bajos en una semana. Además se ponía en contacto muy frecuentemente con sus embajadores, virreyes y oficiales de todo el Imperio.
Realizó un reforma monetaria en 1566, con el objeto de aumentar el valor del escudo de oro. Y también se puso en circulación distintas clases del vellón.
En 1567 Felipe II encargó a Juan Zurita y Castro que reuniera los documentos de Estado de Aragón e Italia para juntarlos con los de Castilla en el castillo de Simancas.
Juan de Zurita
Castillo de Simancas
En cuanto al modo de gobierno, continuó con el sistema creado por su padre, quien  gobernó por medio de Consejos. Existían distintos tipos de Consejos. El principal era el Consejo del Estado, presidido por el Rey. Además de este existían seis Consejos regionales: Castilla, Aragón, Portugal, Las Indias, Italia, y Países Bajos. Todos ellos legislaban, juzgaban y ejecutaban. El Rey se comunicaba con sus Consejos utilizando La Consulta – documento con la opinión de los consejeros sobre el tema que el Rey hubiera solicitado. 
Además de este sistema a Felipe II le gustaba contar con el parecer de un grupo de hombres  selectos como consejeros. Este grupo estaba formado por, Luis de Requesens, catalán, El Duque de Alba, castellano, Juan de Idiáquez, vasco, Granvela, borgoñés, Ruy Gómez de Silva y Cristóbal de Moura, portugueses.
Luis de Requesens
Granvela
Ruy Gómez de Silva
El Rey y su secretario se encargaban directamente de los asuntos más relevantes. Otros secretarios solventaban los asuntos cotidianos. Fue en la época de Felipe II cuando el cargo de secretario, alcanzó su punto más álgido. Fueron secretarios Gonzalo Pérez, Antonio Pérez, Granvela, Mateo Vázquez de Leca.
Antonio Pérez
En 1586 Felipe II creó la Junta Grande, compuesta por oficiales bajo el control de los secretarios.  Dependían de esta Junta otras Juntas como la de Milicia, Población, Cortes, Arbitrios y Presidentes.

Finanzas

Durante el reinado de Felipe II tuvieron lugar tres bancarrotas, una en 1557, la segunda en 1575 y la tercera en 1596. Ahora se definirían como suspensión de pagos.
Felipe II heredó de su padre una deuda de 20.000.000 de ducados. Su sucesor Felipe III,  tuvo que enfrentarse con la heredada de su padre que era cinco veces mayor. En 1557, recientemente nombrado Rey Felipe II, la Corona no pudo pagar sus deudas y se declaró en bancarrota.  
Al llegar Felipe II al trono los ingresos se doblaron y llegaron a ser cuatro veces mayores cuando Felipe II llegó al final de su reinado. La razón de esto fue que la riqueza procedente de América-entre un 10 % y en 20% anual de la  riqueza de la Corona -  alcanzó valores históricos y que la fiscalidad en Castilla se multiplico por cuatro. Además de esto, la riqueza de la Corona dependía también de los préstamos de los banqueros de Holanda y Génova. Pero las riquezas no quedaban en España sino que iban a resolver los problemas de los Países Bajos y eran empleados en la política de el Mediterráneo.  Ambas partidas sumaban unos seis millones de ducados al año.
Las finanzas dependían de la situación económica de Castilla. Y está sufría en aquellos momentos las consecuencias del conflicto con los Países Bajos que habían interrumpido la importación de lana de Castilla, hecho que en 1575 había producido una recesión en la económica castellana, con su consecuente bancarrota. En 1577 se negoció con  los banqueros  genoveses pero a un precio muy algo,lo que aumentó la recensión. Esto fue conocido como El Remedio General de 1577: se consolido la deuda a largo plazo, de 70  a 80 años. Se dieron Juros a los acreedores como compromiso de devolución del dinero con un interés del 7%. Dinero que se iría devolviendo según aumentara la liquidez y con el aval de los metales americanos. Desde 1576- 1588 Felipe II utilizo como prestamista a Simón Ruiz que facilitaba pagos, cobros y préstamos a través de Letras de Cambio.
 
Letra de cambio
Impuestos.Antes de que Felipe II alcanzara el trono ya existían otros impuestos como La alcabala (impuesto de aduanas), La Cruzada (impuesto eclesiástico), el subsidio (impuesto sobre rentas y tierras), las tercias reales (impuesto a órdenes militares). Felipe  II subió estos impuestos y añadió otros como el excusado en 1567(impuesto sobre las parroquias). 
En 1597 de produjo la tercera suspensión de pagos al declararse otra vez la  bancarrota. Hecho que arruinó definitivamente a las ciudades castellanas y acabó los pequeños intentos de industrialización que aún quedaban en pie. Había sido provocada por la aprobación en las Cortes, en 1590,de la concesión de ocho  millones de ducados al años, durante seis años,  los cuales   serian dedicados a la construcción de la Nueva Armada y para la política militar. Se recurrió a otro Remedio General, que condujo a una deuda inmensa de la Corona pero permitió continuar con la política exterior que se estaba llevando a cabo.
Felipe II dejó a España al borde de la crisis.  La vida era dura en España: brutal  inflación, carga fiscal excesiva. Como consecuencia cada vez se  hacían menos negocios, los mercaderes y empresarios procuraban adquirir un título nobiliario para bajar la fiscalidad. En las últimas Cortes, hubo protestas por las peticiones de  más dinero y pidieron al rey  la retirada de los ejércitos de Flandes, buscar la paz con Francia e Inglaterra y concentrar el inmenso poderío militar en defender España y su imperio.  Felipe II firmó la paz con Francia en 1598, no consiguió acuerdos con Flandes e Inglaterra dificultaba la situación con su piratería y ataques a España.
Con Felipe III la situación empeoró, porque los ingresos de América fueron menores y las quejas sobre las cargas de las guerras que tenía que soportar Castilla se hicieron más evidentes así como la opinión de que el resto de los miembros  debían de contribuir al bien común.

martes, 26 de marzo de 2013

domingo, 24 de marzo de 2013


 REINADO DE FELIPE II. Continuación


Felipe II


CULTURA Y ARTE DURANTE EL GOBIERNO DE FELIPE II

Su gobierno coincide con el Renacimiento. En España no hubo un cambio ideológico tan marcado como en otros países, ni se rompió tan drásticamente con la tradición medieval, lo que contribuyó a que el Renacimiento español fuera más original y variado que en el resto de los países. 
En ningún momento se rompió con la literatura religiosa sino que precisamente en este periodo  surgieron autores ascéticos y místicos muy importantes: San Juan de la Cruz, Fray Luis de Granada, San Juan de Ávila entre otros. 
San Juan de la Cruz

                                                                   Fray Luis de Granada
San Juan de Ávila
Miguel de Cervantes escribe sus primeras obras. En cuanto a la poesía hay dos escuelas: la Salmantina, representada por Fray Luis de León y la Sevillana, con Fernándo de HerreraLope de Vega destaca en el teatro.
Miguel de Cervantes
Fray Luis de León
Fernando de Herrera
Lope de Vega

Destacan los pintores El Greco, Tiziano, Antonio Moro, Alonso Sánchez Coello.
El Greco
Tiziano
En la arquitectura despuntan Juan de Herrera, Juanelo Turriano, Francisco de Mora, Juan Bautista de Toledo
Juan de Herrera
Juanelo Turriano
                                                                                     Juan Bautista de Toledo

Como resultado aparece un nuevo estilo caracterizados por el predominio de los elementos constructivos, ausencia de decoraciones, líneas rectas y volúmenes cúbicos. Se le llamó estilo herreriano. Estos arquitectos son los creadores de edificios civiles y mortuorios como El Monasterio del Escorial y la Catedral de Valladolid. O como la Casa de la Panadería o la Casa de la Moneda de Segovia en cuanto a edificios civiles o administrativos se refiere. Y en la línea de edificios militares destaca La Ciudadela de Pamplona.
Fachada de El Escorial
Catedral de Valladolid
Casa de la Panadería
Casa de la Moneda de Segovia
La Ciudadela de Pamplona
Esta  época que culmina en el reinado de Felipe III  es conocida como el Siglo de oro, apogeo de la cultura española.

FELIPE II REY DE PORTUGAL

Tras la muerte del rey de Portugal Sebastián I, heredó el trono su tío abuelo, Enrique I de Portugal. Como este no tenía hijos Felipe II, como hijo de Isabel de Avis, se convirtió en heredero al trono de Portugal junto a Antonio de Crato, nieto del rey Manuel I de Portugal, Catarina de Portugal  y los duques de Saboya y Parma. Felipe II tenía el apoyo de la nobleza y el alto clero y el Prior de Crato  el de la gran mayoría del pueblo.
Sebastián I de Portugal
Prior de Crator
Cuando murió Enrique I, Antonio de Crato se autoproclamó Rey de Portugal. Felipe II reaccionó enviando un ejército, mandado por el Gran Duque de Alba para luchar contra Antonio de Crato y reclamar sus derechos al trono de Portugal. La Batalla de Alcántara obligo a Antonio de Crato a refugiarse en las islas Azores de donde fue echado en 1583 tras la Batalla de la Isla Terceira.
Batalla de Alcántara
Batalla de la Iisla Terceira
Felipe II fue proclamado Rey de Portugal el 12 de septiembre de 1580 como Felipe I de Portugal y fue proclamado como tal por las Cortes el 15 de abril de 1581. Reinó desde Madrid pero designo a Fernando Álvarez de Toledo, para los máximos cargos de  Condestable de Portugal y I Virrey de Portugal. De esta forma Felipe II lograba la tan buscada unificación peninsular.
Juan el Restaurador, Duque de Braganza
La unión de las coronas de España y Portugal duró hasta 1640, fecha en la que los portugueses recobraron su independencia. Juan el Restaurador, VIII Duque de Braganza fue coronado Rey como Juan IV de Portugal. Los que habían apoyado a Felipe II, consideraron que tanto Felipe III como Felipe IV de España no habían velado por los intereses de Portugal.

POLÍTICA INTERIOR DE FELIPE II

Durante su reinado Felipe II se tuvo que enfrentar a varios problemas internos:

El príncipe Carlos y los problemas dinásticos
Príncipe de Asturias
El príncipe Carlos nació en 1545, hijo de María Manuela de Portugal, primera esposa de Felipe II. Fue débil y enfermizo y padeció de desequilibrio mental. Siendo muy joven cayó por unas escaleras y tuvieron que realizarle una trepanación que le dejó secuelas psíquicas. Físicamente era algo deforme, con una pierna más larga que otra, un hombro más alto que otro y una pequeña joroba. Hay que añadir a todo esto la carga genética de consanguinidad  pues las bodas reales de aquellos tiempos se habían realizado entre parientes muy cercanos, de tal forma que el príncipe Carlos tenía cuatro bisabuelos, en lugar de los ocho naturales y seis tatarabuelo, en lugar de diez y seis.

Genealogía del Príncipe Carlos.
Fue educado en la Universidad de Alcalá, junto a D. Juan de Austria, hijo natural del Emperador Carlos V. Pero su inestabilidad psíquica le llevó a conspirar contra su padre, junto  con  los rebeldes flamencos, e intentar acuchillar en público al Duque de Alba. Detenido  por su padre el Rey, fue procesado y encerrado en sus aposentos. Se le traslado al Castillo de Arévalo  donde murió en 1568: se había negado a comer y murió de inanición y en completo delirio.
Estos hechos marcaron profundamente la vida  y la personalidad de Felipe II.

Tercer matrimonio de Felipe II
Isabel de Valois
En 1560 se casó en terceras nupcias con Isabel de Valois, hija de Enrique II de Francia y Catalina de Medicis de la que tuvo dos hijas, Isabel Claro Eugenia y Catalina Micaela. En 1564 fallece la Reina y Felipe II se encuentra que a los 41 años no tiene descendencia masculina.
Isabel Clara Eugenia 
Catalina Micaela
A todos estos hechos se añaden la rebelión de los Países Bajos y las Alpujarras, el avance de la herejía protestante y calvinista en Francia y Europa Central, la piratería berberisca y el resurgir de la amenaza otomana.

Cuarto matrimonio de Felipe II

Ana de Austria
En 1570, Felipe II se vuelve a casa con Ana de Austria, hija de su primo el emperador Maximiliano II. De este matrimonio nacieron cuatro hijos pero solo sobrevivió Felipe, futuro Felipe III. Así quedó resuelto el problema de la descendencia. Cuando Ana de Austria muere en 1580, Felipe II no volvió a contraer nuevo matrimonio.

La rebelión de las Alpujarras

Bajo la orden de Felipe II, Pedro de Deza, presidente de Chancillería de Granada, proclamo en 1567 la Pragmática, que limitada las libertades religiosas, lingüísticas, y culturales de la población morisca. Esto hizo que los moriscos de las Alpujarras se rebelaran. Fue Don Juan de Austria quien los redujo militarmente.

La  crisis de Aragón

Antonio Pérez
Antonio Pérez, aragonés, hijo de Gonzalo Pérez, uno de los más prestigiosos Secretarios de Carlos I,  fue el secretario del Felipe II hasta 1579. Tuvo una educación muy esmerada, estudió en las universidades de Alcalá de Henares, Salamanca, Lovaina, Venecia y Padua. En 1553 es nombrado Secretario particular del entonces Príncipe Felipe hasta la muerte de su padre en 1566, y en 1567 pasa a  convertirse en Secretario de Estado de Felipe II, una vez que Carlos V ha abdicado en favor de su hijo. Al principio se ocupaba sólo de los asuntos de estado relacionados con Inglaterra, Países Bajos, Francia y Alemania. También eran asuntos de su incumbencia los relacionados con Castilla, situación que le colocaba en una posición ventajosa respecto al  conocimiento de la situación del Estado. Pero  era un hombre ambicioso y cuando la Secretaría del Mediterráneo quedó vacante, intentó hacerse con ella, lo que puso en guardia a Felipe II.
Antonio Pérez tuvo mucha influencia sobre Felipe II, durante los diez años de Secretario. El rey, confiaba en su inteligencia, en su conocimiento de los asuntos de Estado y un instinto político muy acertado. Esta situación le ayudó a enriquecerse y conseguir más poder. Cuando el Príncipe de Éboli murió en 1573, Antonio Pérez se queda al frente de la facción liberal de la Corte Española y aquí comienza su asociación con la Princesa de Éboli, lo que le proporcionó importantes contactos con la aristocracia. A través de él Ana de Mendoza, Princesa de Éboli, llegó a saber secretos de Estado. Pero estaban posicionados en su contra el Duque de Alba y el Conde de Barajas.
Príncipe de Éboli
Princesa de Éboli
Durante el gobierno de Don Juan de Austria en los Países Bajos, Antonio Pérez y sus seguidores, aconsejaron al Rey negociar la paz con los rebeldes e invadir Inglaterra pero el Rey no siguió ese consejo por encontrar que no era conveniente en ese momento realizar esa maniobra. Por razones que se desconocen, Antonio Pérez hizo pensar al Rey que Don Juan de Austria tenía intenciones traicioneras acerca de Inglaterra, lo que hizo aún más difíciles las relaciones entre ambos, Pero Felipe II ya había empezado a desconfiar de Pérez y en 1578, Juan  de Escobedo,  a la sazón secretario de Juan de Austria, fue enviado a la Corte para aclarar la posición del Príncipe respecto a su medio hermano, el Rey. Esta información colocaba en una situación comprometida a Antonio Pérez y este  culpó a Escobedo de las ambiciones de D. Juan y aconsejó al Rey eliminarlo. Parece que este accedió a que fuera eliminado pero fallaron los intentos de envenenamiento y el de  un grupo de asesinos  contratados para acabar con Escobedo en 1578. Pero no pasó mucho tiempo antes de que un creciente rumor implicara a Pérez en el asesinato. Felipe II intentó en un principio proteger a Antonio Pérez, en parte por un sentido de culpabilidad y en parte por temor a lo  que este pudiera revelar.  A la muerte de Don Juan de Austria, los documentos de este llegaron a Madrid y dejaron en evidencia la lealtad de D. Juan al Rey y las mentiras de Antonio Pérez. El Rey se sintió traicionado y empezó a sospechar de la asociación de Antonio Pérez y la Princesa de Éboli.
D.Juan de Austria 
El 28 de julio de 1579 Antonio Pérez fue arrestado por el asesinato de Escobedo. Y la princesa de Éboli fue también puesta bajo custodia primero en Torre de Pinto, pasando después al castillo de Santorcaz para ser finalmente confinada en su palacio de Pastrana, donde murió.
Antonio Pérez podía moverse con libertad por Madrid, aunque bajo la vigilancia de la Corona, porque el Rey necesitaba los documentos en su poder, que también podían involucrarle a él en el asesinato de Escobedo. Más tarde la familia de Escobedo y sus aliados consiguieron que Antonio Pérez fuera detenido otra vez en 1585, acusándole de tráfico de secretos y corrupción. Fue encontrado culpable y se le condeno a dos años de prisión y una muy alta multa. En 1590, reconoció su implicación en el asesinato de Escobedo, confesión realizada bajo tortura.
En 1590 con la ayuda de su mujer Juana Coello, huyó de la prisión en Madrid  y se refugió  en Zaragoza amparándose  en los fueros de Aragón, de donde era oriundo. Esto le hacía inmune a la justicia del Estado. En Madrid fue condenado a muerte en su ausencia. Felipe le acusó ante el Justicia de Aragón por los cargos de asesinato de Escobedo, tráfico de secretos y huida de prisión. La Justicia Aragonesas trabajaba muy lentamente y además parecía favorable al Secretario lo que hizo que el Rey retirara los cargos y utilizara el Tribunal de la Inquisición, al que los Fueros de Aragón y la Justicia Aragonesa no podía oponerse. Pérez no era un hereje  pero fue fácil elaborar una caso contra él. En 1591 fue trasladado a la prisión de la Inquisición. Sus defensores provocaron una revuelta en Zaragoza. Estos hechos son conocidos como la Revuelta de Antonio Pérez o Turbaciones de Aragón. Fue devuelto a la Prisión de la Justicia aragonesa y desde Aragón se hizo una campaña contra la Corona. Otra vez fue devuelto a la prisión de la Inquisición, de donde eventualmente le dejaron libre; todo esto levantó una crisis en Aragón por la defensa de los Fueros.  En 1591 Felipe II empleó la fuerza contra Aragón.  Pérez huyó a Bearn; con la ayuda de Enrique de Navarra se intentó una invasión francesa que no tuvo éxito. Más  tarde Antonio Pérez se trasladó a Inglaterra, donde proporcionó información que ayudó al ataque inglés a Cádiz en 1596. También dio pie a la Leyenda Negra. No consiguió el perdón de la Corona y falleció en París en la pobreza en 1611.