TEOLOGÍA

LOS DOGMAS MARIANOS

Al encontrarnos en el mes de mayo, interrumpimos los viajes de San Pablo y dedicamos la clase a la Santísima Virgen María, y así repasamos un poquito los dogmas marianos que sustentan nuestra fe y el amor a nuestra Madre. Nos apoyamos en la tradición de los primeros cristianos y en la de los Padres Apostólicos que junto a la inspiración de Espíritu Santo se han definido estos dogmas por diversos Papas. Una vez proclamados no pueden revocarse.

María Madre de Dios: “Concebido

por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen” (Credo de los Apóstoles) y en el Credo Niceno Constantinopolitano (Nicea 325, Constantinopla 381) confesamos que Cristo fue concebido por obra del Espíritu Santo, se encarnó de María la Virgen y se hizo hombre. A Juan Pablo II le gustaba decir que la Virgen era la obra maestra de Dios. En el proto- evangelio vemos ya esta promesa anunciada de la Redención; así en Génesis 3, 15, se dice "Pongo perpetua enemistad entre tú y la mujer". Esto se relata en la Biblia después de que se hubiera ya consumado el pecado original. Esta perpetua enemistad se ha visto desde siempre, (los antiguos Padres lo trataron así) y a María como a la nueva Eva, ya que si por esta última entró el pecado, María además de repararlo, desató el nudo de la desobediencia. Además, en paralelismo con Eva que habló con un ángel caído (Gen, 3) María también lo hizo con un ser celestial con el ángel Gabriel (Lucas 1, 26-27). "Y al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a Galilea a la ciudad de Nazaret" Así Jesucristo es el nuevo Adán y María la nueva Eva.

La Inmaculada Concepción de María Este dogma fue proclamado por el Papa Pio IX el ocho de diciembre de 1854. Significa que por una gracia especial de Dios fue preservada de todo pecado desde su concepción.Ella es la Llena de Gracia. Solo el hecho de que Ella sea la llena de gracias y se mantuviera en este estado, explica la promesa del proto- evangelio, que proclama la perpetua enemistad entre ella y la serpiente. En Lucas I,28 se dice "Alégrate llena de gracia el Señor está contigo"

Todo esto también es en atención a que iba a ser la Madre de Dios Redentor.

En 1858 la Virgen María se manifestó a Bernardita en Lourdes “yo soy la Inmaculada Concepción”

La Virginidad de María. En la Anunciación (Lucas 1, 26-38) María no tiene ninguna duda como la tuvo Zacarías, que duda de su próxima paternidad (Lucas, 1,20 ) sino que María hace una pregunta aclaratoria “¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?"- El ángel le respondió ."El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios”. Decimos Virgen Prudentísima en las letanías lauretanas, porque pregunta lo que no sabe y luego se entrega sin reservas.

San José y María fueron un matrimonio piadoso judío que se entregaron el uno al otro e hicieron donación del derecho matrimonial pero que jamás lo ejercieron, luego su matrimonio fue perfectamente válido. Por otra parte (Mateo 1,20) José también fue aclarado en su momento de la situación, por un ángel. El nacimiento de Jesús fue también virginal, al ser María concebida sin pecado , no participó de las consecuencias del pecado original “parirás los hijos con dolor” (Gen 3, 16).En el prefacio de las misas marianas se lee “sin perder la gloria de su virginidad…..”

La La Asunción a los cielos El Papa Pío XII proclamó este dogma el uno de noviembre de 1950. La dormición de la Virgen siempre ha estado presente en la memoria de la piedad popular cristiana. La virgen al ser concebida sin mancha no podía vincularse tampoco al pecado original por lo tanto no se podía dar la corrupción corpórea. Luego resucitó con cuerpo glorioso en una participación singular en la resurrección de su Hijo y como una anticipación a la de toda criatura humana. María también está íntimamente vinculada a la redención; así podemos decir sin equivocarnos que es medianera de todas las gracias: en las bodas de Canaán intercede para que aquella boda no se estropee, y su Hijo obra un milagro (Juan 2,5 “Haced lo que El os diga”). Los santos Padres , que se apoyaron tanto en las Sagradas Escrituras han visto siempre a la Santa Madre de Dios unida estrechamente a su Hijo y solidaria siempre con El en su destino.Además la Virgen, libre de toda mácula de pecado original, y terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del cielo por los ángeles y entronizada como Reina de la Iglesia y de todo lo Creado. Toda esta devoción a la Virgen, nuestra Madre, desde luego no menoscababa la adoración debida a Dios, pues Él mismo la eligió como Madre de El y Madre nuestra.