Comentario realizado por Lourdes A.
Este martes interrumpimos el temario de historia, para llevar a cabo una exposición de ciertos conceptos que habían surgido en los temas ya explicados, y a la vez, hacer unas reflexiones sobre las causas y efectos de los hechos históricos, analizándolos en la medida que nuestro atrevimiento y curiosidad nos permite.
Por ejemplo, como historia reciente y teniendo en cuenta que las tertulianas hemos vivido con mayor o menor intensidad la época franquista, nos permitimos el lujo de hacer unas comparaciones entre los totalitarismo europeos recientes.
Vimos que tanto el fascismo, nazismo, comunismo y la falange, eran muy diferentes, pero tenían ciertos puntos en común; entre estos puntos un poderoso culto al líder, al que se le denomina de alguna forma: Duce, Führer, Caudillo.
También observamos que más que un tipo de gobierno se puede decir que es un régimen de gobierno, con un ideario más o menos definido y con unos puntos dogmáticos. En todos ellos, las asociaciones nunca estuvieron permitidas, por considerar que la libertad individual de asociación es atentatoria contra el Estado. De esta forma el encuadre natural del ser humano sería la económica productiva, de ahí la afiliación obligatoria a un sindicato vertical de tipo sectorial. De esta forma desde la infancia los niños se congregarían en grupos ludo-deportivos, para más tarde pasar a el Sindicato. Esta idea se tomo de los anarquistas y rápidamente fue asumida por todas las dictaduras tanto de derechas como comunistas, las exhibiciones gimnásticas de los trabajadores fueron tan populares en España como en los países de la antigua URSS y los de su área de influencia.
Como punto en común se puede decir que todos volvieron los ojos a un pasado ciertamente lejano para construir un nuevo futuro, sin considerar el presente. Así el nazismo impregnado de romanticismo desempolvó antiguas sagas donde los héroes germanos perdidos en la noche de los tiempos, recreaban una historia ancestral y mítica, la literatura retomó fábulas medievales donde los gnomos, hadas y elfos convivían con princesas y brujas, la música tampoco fue ajena, y las antiguas danzas folclóricas se enriquecieron con la aportación de los músicos profesionales; lo mismo sucedió con los trajes populares que la gente los vestía con orgullo en fiestas solemnes y eventos.
Como punto en común se puede decir que todos volvieron los ojos a un pasado ciertamente lejano para construir un nuevo futuro, sin considerar el presente. Así el nazismo impregnado de romanticismo desempolvó antiguas sagas donde los héroes germanos perdidos en la noche de los tiempos, recreaban una historia ancestral y mítica, la literatura retomó fábulas medievales donde los gnomos, hadas y elfos convivían con princesas y brujas, la música tampoco fue ajena, y las antiguas danzas folclóricas se enriquecieron con la aportación de los músicos profesionales; lo mismo sucedió con los trajes populares que la gente los vestía con orgullo en fiestas solemnes y eventos.
En Italia se idealizó la época del Imperio Romano y las águilas imperiales se tomaron como símbolo de grandeza, las canciones patrióticas y las marchas militares insuflaban sentimiento y orgullo patrio, como si la Nación fuese un ser vivo; así la no participación en ciertos eventos o la demostración de la mínima desafección patriótica se consideraba un delito.
En España la idea imperial se buscó también en el pasado y esta grandeza española la vieron reflejada en los Reyes Católicos, así que el símbolo usado fue el yugo y las flechas, la Unidad de Castilla y Aragón y el Imperio recién descubierto por Isabel y Fernando como un destino español en lo universal.
Este destino universal común en ellos fomentó el expansionismo. Italia ocuparía Abisinia, Hitler a diferencia de Bismarck se decantaría por la gran Alemania, llegando a ocupar San Petesburgo porque en esta ciudad habitaban muchos alemanes.
Todos estos regímenes son por su propio culto al caudillo antiparlamentarios. Aunque crean parlamentos en realidad son solamente consultivos y no decisivos en el orden legislativo; digamos que era una forma de sancionar las leyes ya propuestas.
También hicimos un breve recorrido, por algunas hechos históricos puntuales sucedidos en España, como la desamortización de Mendizábal, las Guerras Carlistas o los comienzos de la industrialización en el País Vasco.
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