Notas tomadas por Lourdes A.
Vídeo introductorio a la clase
El triunfo y ascenso de los totalitarismos de derechas vienen muy vinculados a la crisis del 29 y al final de la Primera Guerra Mundial, o período de la crisis de la democracia, porque aunque el ideal democrático ganó la guerra, nunca hasta entonces estuvo tan en peligro este sistema.
Podemos decir que el fascismo es un producto muy italiano. En Italia se produjo un gran desencanto después del Armisticio. A el millón de muerto, a las numerosísimas viudas y huérfanos, y al importante número de mutilados de guerra, hay que añadir a esta victoria mutilada, que en el Tratado de París no contó Italia apenas nada; ni tan siquiera consiguió las aspiraciones de recuperar los territorios irredentos.
La frustración era enorme, hacia los años 20 el Norte industrial italiano se contradecía en renta y formas de vida con un Mezzogiorno muy rural y con unas costumbres muy ancestrales. La guerra dejó también una deuda externa que se debe afrontar.
Es en esta coyuntura donde surge Benito Mussolini, hijo de un herrero social-anarquista y una maestra. Estudia magisterio pero se dedica al periodismo llegando a ser director del periódico Avanti. En 1902 emigra a Suiza, para evitar entrar en campaña, donde se relaciona con líderes socialistas. También en esta época sus posturas se radicalizan: es pacifista y enemigo a ultranza de pactar con las posturas más moderadas.
Debido a su radicalismo cuando estalla la guerra, es expulsado del partido. Funda entonces el periódico Il popolo d'Italia, en donde vierte toda su ideología que es más bien una acción que una doctrina: no escribe ningún libro sino que recoge del grupo liderado por Marinetti, el futurismo, las ideas que este preconizaba: el arte como ruptura y lucha en una intención de romper absolutamente con el arte pasado, especialmente en Italia, donde la tradición artística lo impregnaba todo.
En esta época Rusia trataba de expandir su revolución por toda Europa, y las huelgas salvajes asustaban a los liberales y a las clases medias compuestas de pequeños comerciantes y profesiones liberales, así que estos sin dudarlo apoyaron a Mussolini.
En 1919 se funda el primer fascio de combate, que no era más que una forma de reventar las huelgas salvajes. De esta forma Mussolini consigue el apoyo de Confi, de la patronal que le financia para hacer frente a la izquierda.
Cada vez se le van uniendo más personajes influyentes de forma que en 1921 la marcha sobre Roma llega a ser decisiva: Victor Manuel III en lugar de enfrentarse con el dictador, pacta con él con lo cual firma su propia ruina.
Benito Mussolini toma el poder y en un primer momento forma un gobierno de coalición, pero astutamente saca a los "squadristas" a la calle; estos no son más que un grupo de agitación que asaltan las sedes de los partidos. De esta forma, con los votantes amedrentados y con un poco de amaño en 1924 gana las elecciones consiguiendo los dos tercios de la Cámara.
El diputado socialista Matteotti se convierte en el azote del dictador, pero pronto sus "squadras" lo van a buscar a casa y lo matan a palos. Se asustan los socialistas y en un gesto que quiso emular a la Retirada del Aventino (494 A.C.) abandonan el parlamento, con lo cual se lo ponen en bandeja al Duce, quien en realidad no escribió nada, ni tuvo una doctrina especial, tan solo era un dictador anti-intelectual, que defendía la primacía del Estado sobre el individuo e identificaba la nación con el partido. De ahí a considerar a los disidentes con malos ciudadanos y malos patriotas no va nada, con lo cual se podía fácilmente eliminar al opositor.
Para esta ingeniería social Mussolini encuadró en el partido único a todo ciudadano desde casi su nacimiento en una actividad orgánica, organizando grupos y actividades de tipo folclórico y deportivo hasta que, a los dieciocho años, formaban parte ya del partido a través de una actividad sectorial en el trabajo, idea que tomó de los anarquistas y que en España se consolidó en el Sindicato Vertical.
Como todas las dictaduras, el pueblo va adaptándose a las circunstancias e incluso ven ventajas en pertenecer al Partido Nacional Fascistas, que los italianos con mucho humor decían con ironía partido de necesidad familiar.
Como todos los dictadores Mussolini era aficionado a multitudinarios mítines y para ello erige varias construcciones que de momento dan trabajo a la población. Además impulsó varias realizaciones que el llamaba la batalla. Algunas batallas le salieron bien como el incremento de la obra pública o el fomento de la producción de arroz y trigo, pero la de la revaluación de la lira le estalló en las manos porque sumió a Italia en una cierta precariedad ya que las exportaciones se pusieron difíciles.
Tuvo una política expansionista y se anexionó Etiopía.
Otra política típica de Mussolini fue la política económica autárquica y el fomento de la natalidad que tan deteriorada había quedado después de la guerra: en 15 años la población italiana ganó siete millones de habitantes.
Las relaciones con el Vaticano en un principio fueron tensas. De hecho se promulgaron dos encíclicas que no fueron en latín sino en lenguas vernáculas. El 21 de marzo de 1937 Domingo de Ramos se leyó en todas las iglesias de Alemania la encíclica Mit Brenneder Sorge (“con enorme preocupación”)de Pio XI sobre los peligros de los totalitarismos. Y también se escribió otra condenando el Fascismo.
Finalmente Mussolini y el Secretario de Estado Cardenal Gaspari en nombre de la Santa Sede se firmaron los pactos de Letrán, que reconocen la independencia y soberanía de la Santa Sede y se crea el Estado de la Ciudad del Vaticano, en estos territorios estuvieron exiliados los líderes de la Democracia Cristiana hasta la desaparición del Duce.
Algunas fotografías no tan vistas de Mussolini
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