MUELLE DE ARRILUCE.GETXO.VIZCAYA. ACUARELA DE PALOMA ROJAS

viernes, 17 de mayo de 2013


FELIPE IV

Felipe IV de España
Nace en Valladolid en 1605 y muere en  Madrid en 1665. 
Es hijo de Felipe III y Margarita de Austria y reina desde 1621 a 1665.Nació el 8 de abril 1605 en Valladolid a causa del traslado de la Corte en 1601 a la ciudad del Pisuerga por intereses del válido, duque de Uceda, que quería separar al rey de su abuela la emperatriz María recluida en las Descalzas Reales tras la muerte de su esposo Maximiliano II en 1581. En  1603 muere la emperatriz y el cabildo de Madrid ofrece 250.000 ducados, Lerma decide regresar a Madrid porque además el rey echaba de menos la abundante caza de los bosques del Pardo.
Margarita de Austria
Felipe III de España
VALIDOS

Una de las características más relevantes de la monarquía del siglo XVII fue el fenómeno del valimiento. Felipe II fue un rey trabajador y meticuloso, mientras que sus descendientes no se interesaron en absoluto por los asuntos de gobierno. Lo primero que hace Felipe III es dejar el poder en manos de Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, marques de Denia y elevado a duque de Lerma cuyo único mérito era la amistad del rey
Marqués de Denia y Duque de Lerma
Pero  este valido no quería imponer ningún programa político, no tenía interés en gobernar la nave del Imperio, únicamente ambicionaba aprovechar su situación para obtener prestigio y ganancias para el y los suyos. Acaparó cargos como: Caballerizo Mayor, Sumiller de Corps de su Majestad, consejero de Estado y Capitán General de la Caballería Castellana y adquirió tierras en Valencia, Burgos, Palencia y Valladolid; también llevo a cabo una inteligente política matrimonial entre sus hijos y las familias nobles más importantes de España.
Lerma no participa casi nunca en las deliberaciones del Consejo de Estado. Cuando  quería sacar adelante alguna disposición influía directamente en el rey aconsejando sus respuestas a las consultas de los consejeros. La  falta de un rey enérgico y un valido que supliera sus carencias permitió a los Consejos asumir competencias superiores a su responsabilidad y un mayor control sobre los asuntos de gobierno, aumentando su importancia, pero la inoperancia del rey y su afición a los viajes hacía que las decisiones se demorasen de forma exasperante de forma que  decisiones tomadas en Madrid, tardaban muchísimo en llegar a los distintos lugares del Imperio donde había problemas.
Enrique IV de Francia
María de Medicis
En 1610, muerto ya Enrique IV de Francia, la reina regente María de Medicis decide un acercamiento a los Austrias y concierta un doble matrimonio: Luis XIII con Ana de Austria e Isabel Borbón con el futuro Felipe IV; en 1612 se firman las capitulaciones y tres años más tarde dos comitivas, una francesa encabezada por el duque de Guisa y otra española encabezada por el duque de Uceda se dirigen hacia la frontera del Bidasoa para hacer el cambio de princesas.
Luis XIII de Francia
Ana de Austria
Isabel de Borbón
Gaspar de Guzmán y Pimentel Rivera y Velasco de Tovar, nació en Roma, donde su padre, Don Enrique de Guzmán era embajador de España. Vivió en Italia hasta los 12 años, pues su padre fue además Virrey de Sicilia y de Nápoles. Como tercer hijo de una rama menor de la poderosa casa de Medina Sidonia se le destino a la carrera eclesiástica y con 14 años fue enviado a Salamanca a estudiar derecho canónico. Sin  embargo la muerte sucesiva de sus dos hermanos mayores le convirtió en heredero del título y en 1604 abandona los estudios para acompañar a su padre en la corte de Felipe III donde este había sido nombrado miembro del Consejo de Estado y Contador Mayor de Cuentas.
Al morir su padre en 1607 heredó el mayorazgo de Olivares y se concertó el matrimonio con su prima Inés de Zúñiga y Velasco con la que se casó con  la pretensión de obtener el título de Grande de España. Al no conseguirlo en ese momento se retiro a Sevilla para administrar sus dominios y allí pasará ocho años.
Conde-Duque de Olivares
Inés de Zúñiga y Velasco
Inés de Zúñiga  era  hija de  Gaspar de Zúñiga y Acevedo, conde de Monterrey, Virrey de  México y de Perú, y de su esposa Inés de Velasco y Aragón. Fue  dama de la reina Margarita, esposa de Felipe III, que la quería mucho por sus virtudes. Era  de gran belleza, fue cortejada por el Príncipe Felipe, pero acaba  casándose con su  primo, que era tres años más joven que ella. Esta  unión estrecha los lazos entre las familias Zúñiga y Guzmán y propicia la oportunidad de  obtener la grandeza de España porque era  la costumbre los reyes el elevar a los damas de su corte con ocasión de  su matrimonio y además porque era hija del  Virrey de México y Perú.. En 1615, don Gaspar de Guzmán y Pimentel, conde de Olivares que tenía 28 años de edad consigue  un cargo en la Corte. En 1616 consigue que el duque de Lerma lo nombre gentilhombre de cámara del príncipe de Asturias por lo que vuelve a la Corte y apoyándose en su tío Baltasar Zúñiga y Velasco se hace amigo del Príncipe de forma que, cuando este  accede al trono en 1621, le nombro valido en lugar de Uceda. 
Duque de Uceda
El  10 de abril del mismo año el rey concede a Olivares la grandeza de España utilizando el título de conde-duque de Olivares. Desde 1622 es Sumiller de Corps y Caballerizo Mayor, con lo que garantizaba el acceso constante a la persona del rey tanto en palacio como cuando salía de caza e incluso con la obligación de dormir en sus aposentos. En 1636 es también camarero  mayor, Comendador de la Orden. Alcántara, Alcaide del Alcázar de Sevilla, Gran Canciller de Indias, General de la Caballería española,Tesorero General de La Corona. Aragón y Teniente General. Al  casarse el heredero, Olivares es elegido como uno de los gentilhombre de  Cámara del príncipe. El Conde-Duque, aprovechando que se había organizado un partido contra Lerma en su propia familia, apoya al duque de Uceda, hijo de Lerma y a fray Luis Aliaga, confesor del rey y próximo Inquisidor General para minar la posición del aliado, objetivo conseguido en 1618, año en que Lerma y sus más cercanos colaboradores han de salir de la Corte. Aunque  el rey declaró que iba a encargarse él de los asuntos de gobierno, su carácter indolente se lo impidió y pronto Aliaga y Uceda alcanzan el poder, aunque no en la misma medida que Lerma. En  esta periodo los Consejos son los auténticos de tentadores del poder y de hecho Uceda no formara parte  de ellos hasta los últimos tiempos de su mandato.
Baltasar de Zúñiga 
Entretanto Olivares trabaja en dos direcciones, por una parte intenta  ganarse la confianza del príncipe de Asturias y por otra minar la posición de Uceda y Aliaga. Para  ello busca un aliado de peso en su propia familia, su tío Baltasar de Zúñiga, hijo del cuarto conde de Monterrey, diplomático de prestigio, embajador en la Corte de los archiduques Alberto e Isabel en Bruselas y después en la Corte Imperial de Praga. En  1617 es llamado a España para ocupar un puesto en el Consejo de Estado y por su inteligencia y carácter muy pronto se convirtió en la principal voz de las sesiones del Consejo. Cuando en septiembre de 1619 Felipe III  cae gravemente enfermo a la vuelta de un viaje a Portugal hay dos facciones en el país: Uceda y Aliaga que dominaban la Cámara del rey y la de Olivares que dominaba la Cámara del príncipe y gracias a su tío, el Consejo de Estado.
El rey nunca se repone de la enfermedad y muere el 31 de marzo d 1621 con tan solo 42 años. Este  hecho es la ruina de la facción Uceda-Aliaga. A Aliaga se le prohibe asistir al Consejo de Estado y ello le  obliga a dimitir de Inquisidor General y se arrestó a Uceda y se embarga los bienes de Lerma. La muerte de Felipe III significo la salida del poder del clan de los Sandoval y la ascensión de  los Guzmán, Zúñiga y Haro.

FELIPE IV

La infancia y adolescencia de Felipe IV estuvo rodeada de intrigas palaciegas que tenían como fin mantener o conseguir prebendas.
La educación de Felipe IV fue cuidada con esmero y como era inteligente y buen estudiante sus conocimientos abarcaron geografía, historia- por la que sentía verdadera pasión- , teología, derecho, idiomas, música. Siempre  le atrajo el teatro y la poesía, no sólo desde el punto de vista pasivo, gozándolo o criticándolo sino también practicándolo ya que pintaba y escribía; también hay que decir que  su padre se preocupó de que aprendiera el oficio de rey y también  el Conde- Duque se preocupó de que se abrieran unas ventanas en las salas de los Consejos para que el rey pudiera escuchar sin ser visto y pudiera  familiarizarse con el procedimiento seguido en las reuniones.
Libro de Juan de Salazar
En esos años se escribieron una serie de libros sobre el arte de gobernar. En  1619 fray Juan de Salazar  en su obra: Política española, afirma que deben ser rechazadas de plano las reglas y documentos del impío Maquiavelo que al ateísmo llama razón de estado, uniéndose en 1640 Saavedra;  Fajardo escribe: Idea de un Príncipe Político-Cristiano en el que afirma que los príncipes solo tienen dos señores: Dios y la fama. Estas autoridades les obligan a portarse lo mejor que puedan, por miedo al pecado, de un lado y a la infamia por otro. De hecho todos los Austrias tuvieron una visión del mundo que les obligaba a ser los adalides de la religión católica.
Fajardo
El libro de Fajardo
Otro aspecto que destaca en la educación de príncipe es ver y sentir la grandeza de su linaje y de su Imperio que abarcaba toda la Península Ibérica (hasta 1640): Baleares, Sicilia, Cerdeña, Nápoles, el ducado. Milán plazas fuertes en la Toscana, Oran, Ceuta y Melilla en el Norte de África, El Franco Condado y la pare sur de los Países Bajos: Artois, Brabante, Luxemburgo, Flandes y Hainaut y fuera de Europa el impresionante Imperio colonial de España y Portugal y multitud de factorías en África y Asia.     
*Apuntes tomados de la clase impartida por D.Luis Crovetto

2 comentarios:

  1. Lo del "intercambio de princesas" tiene su aquél. Una espléndida moneda de cambio para dos reinos. Lo de la educación de príncipe debe perdurar aún en estos tiempos porque a ciertas princesas no se les baja la soberbia ni ante sus propias maniobras. En fin, que la educación puede ser buena o nefasta, sobre todo en 2013.

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  2. Lo de cambio de princesas es un lapsus de mis apuntes. Aunque realmente, tienes razón, eran educadas para ser moneda de cambio. Y lo aceptaban sacrificando su propia vida. Hay que ponerse en aquellos tiempos para entender que no se rebelaran. Desde nuestros punto de vista y nuestro tiempo para rato íbamos a aceptar semejante plan. La buena educación es clave para un pueblo. Aunque también ocurre que cada uno tiene distinta opinión sobre lo que es buena o nefasta educación, según sus principios.
    Un fuerte abrazo. Recibiste mi mail?

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