MUELLE DE ARRILUCE.GETXO.VIZCAYA. ACUARELA DE PALOMA ROJAS

lunes, 11 de agosto de 2014

EL REINADO DE ISABEL II Y SUS DISTINTOS GOBIERNOS

Isabel II

 La década moderada (1844-54)

Se  suceden trece gobiernos pero el que tiene un carácter distinto es el de Bravo  Murillo de 1851-52.  Era un político atípico, poco brillante y con escasa facilidad de palabra pero trabajador, ordenado  y  con gran sentido práctico. Aborrecía los debates parlamentarios y las disputas de partidos. Su  lema era "menos política y más administración". Su  gobierno resulto muy beneficioso: las obras públicas se desarrollan como nunca, lleva a cabo un plan de ferrocarriles e inaugura el tramo Madrid - Aranjuez, el plan de carreteras con seis rutas nacionales radiales que existe todavía y pone agua corriente en Madrid con el canal de Lozoya.
Bravo Murillo
También termina con el enfrentamiento con la Iglesia con el Concordato de 1851 por el que la Iglesia reconoce el hecho consumado de la Desamortizaron y los bienes todavía no vendidos se devuelven a sus antiguos dueños, pero lo más importante fueron dos reformas:
Separación de la política de la administración por lo que para ocupar puestos en la administración no hacía falta ser el partido del gobierno.
La reforma de la constitución. Pero  la oposición de los políticos, incluidos los de su propio partido impidieron esos proyectos y su gobierno cae a finales de 1852.

La época de la Unión  Liberal (1854-68)
Conde de San Luis
Los últimos gobiernos moderados agotan la paciencia de los progresistas ya que las elecciones  eran  falseadas y toda oposición al gobierno era considerada como oposición al régimen y por lo tanto sofocada por la fuerza. El último gobierno conservador del Conde de San Luis 1853-54 fue acusado de negocios sucios en las concesiones ferroviarias, de permitir el influjo de las camarillas en la Corte, de corrupción administrativa, de gobernar al margen de las Cortes y de amordazar a la oposición.

La revolución de 1854


O´Donnell
Entre los moderados más progresistas y los progresistas más moderados surgió la idea de crear una nueva fuerza política de sincero liberalismo, legalidad en la política y honradez en la administración. Este  nuevo partido necesitaba, como todos, un general que se pusiera a la cabeza y al que ponen es a Leopoldo O'Donnell moderado, legalista y amigo del juego limpio. Conseguido el general, había que dar el golpe que se adelantara al progresista; este golpe se produce en Vicalvaro en julio de 1854, pero la batalla entre los sublevados y los fieles al gobierno, la Vicalvarada, quedo en tablas por lo que O'Donnell en vez de avanzar sobre Madrid se retiró a la Mancha y luego a Andalucía en busca de refuerzos.

Espartero
Aunque el levantamiento no triunfó el gobierno no pudo sostenerse porque las masas progresistas se lanzaron a la calle, levantaron barricadas, asaltaron las cárceles y liberaron a los presos políticos y luego procedieron al pillaje y al asalto de casas. Podemos  decir que es el primer fenómeno de masas que se produce en España, aunque las turbas luchaban más por el pan que por las libertades que prometían los progresistas. La reina asustada por el extremismo de las masas llama al poder a Espartero. Y aquí  tenemos la paradoja de que el pronunciamiento de O'Donnell le da el poder a Espartero.

A la revolución de 1854 le siguen dos bienios el progresista 1854-56 y el moderado 1856-58.

Fueron dos experiencias fallidas. La presencia de Espartero, aunque levantó oleadas de entusiasmo, no logró evitar los desórdenes ya que el ejemplo de Madrid es seguido en muchas poblaciones tanto grandes como pequeñas. Pero  después de su primera experiencia política Espartero se niega a poner coto a los desmanes y su frase cuando le comunicaban un tumulto era "cúmplase la voluntad nacional". Pero algunos incidentes fueron muy graves como los motines obreristas de Barcelona o las revueltas campesinas de 1856 en la cuenca del Duero en la que los labradores quemaban las cosechas como protesta ante el hecho de que unos trabajaban la tierra y otros se quedaban con el fruto.

Los progresistas mayoritarios en las Cortes se pusieron a elaborar otra Constitución: la Non Nata ya que dedicaron dos años a discutirla y el régimen término antes de que pudieran promulgarla. Se llevaron a cabo medidas anticlericales y se reanuda el proceso de incautación y venta de los bienes de la Iglesia, violando el Concordato de 1851 y rompiendo relaciones con la Santa Sede. Tanto en las Cortes como en el gobierno las divisiones eran muy profundas: por un lado había partidarios de terminar con los desmanes y por otra los que proponían mantener la libertad a ultranza con todas sus consecuencias. 

En 1856 dimitió Espartero y la reina, tras un breve gobierno de O'Donnell, llama a Narváez que suprimió los motines, acalló a la prensa y deshizo en pocos días todo el trabajo de los progresistas. Organiza  las elecciones y arrasan los conservadores pero los conservadores estaban agotados, no tenían nada que aportar, por lo que en 1856 la reina llama a O'Donnell al poder,  dándose entonces  el que se  llamó gobierno largo; dura cinco años.

La  Unión Liberal fue aceptada por todos porque proponía que lo que unía a todos los liberales españoles era mucho más que lo que los separaba y de hecho tanto moderados como progresistas pasan a formar parte del nuevo partido.
O'Donnell hombre flemático, metódico y bien aconsejado gobernó con acierto sin complicarse la vida, mantuvo la autoridad sin exagerar las medidas represivas y fue el único político de esa época con  una  política internacional. 
La Batalla de Tetuan
Unos conflictos en Ceuta le lleva a declarar la guerra a Marruecos que se salda con una victoria gracia a la combinación de los talentos de Prim y O'Donnell que se complementaron de forma muy eficaz. Concluye esta guerra  en  1860  consiguiendo una amplia zona de influencia en Marruecos.
Prim
Menos afortunada fue la intervención en México apoyando el intento de Napoleón III de nombrar emperador de ese país al archiduque Maximiliano de Austria. El plan fracaso pero Prim supo retirarse a tiempo y mantuvo a salvo los intereses de los españoles en México.
Napoleón III
La época de la Unión Liberal fue de prosperidad económica pero la subida de los precios fue más favorable para los empresarios que para los obreros porque permitió  más beneficios sin que los salarios subiesen. Pero  gracias a la expansión se crearon nuevos puestos de trabajo, se renueva el utillaje industrial y aumenta la producción. Se desarrollan sobre todo las inversiones ferroviarias, se multiplican las constructoras. El   ferrocarril va llegando a todas las regiones de España facilitando las comunicaciones, los contactos humanos, el transporte rápido y barato de personas y mercancías difundiendo en el país un ambiente más cosmopolita. 

La vida es más divertida, renace la zarzuela, los cafés adoptan ahora la forma de terrazas y veladores y los toros alcanzan su máxima popularidad gracias a la fama de Cuchares y en Madrid se pone de moda un nuevo ritmo: el chotis.
Cúchares
El Chotis
Pero la Unión Liberal era un grupo heterogéneo y el tema de México comenzó a producir disidencias: Cánovas del Castillo abandona el partido y muchos progresistas  piensan que O’Donnell se diferencia muy poco de los conservadores por lo que en 1863 O’Donnell, abandonado por muchos de los suyos, dimite.
Cánovas del Castillo
El fracaso de la Unión Liberal deja a Isabel II en un callejón sin salida. Por  su tendencia a apoyarse en los moderados era tachada de reina de un solo partido corriendo el peligro de que una revolución que derribase a los moderados la derribaría a ella. Los políticos moderados se dedicaban a frenar la revolución pero sin ideas y en estas circunstancias se llega a la jornada de San Daniel 9 de abril de 1865 en la que un motín de estudiantes fue sofocado pro Narváez con la guardia civil, produciendo nueve muertos y más de cien heridos por lo que la prensa progresista lo tacha de déspota sanguinario. Narváez muere poco después dejando a la reina sin su mejor valedor.
Narváez
La revolución de 1868, la Gloriosa, fue más que un golpe progresista la aparición de dos nuevos núcleos: el intelectual y el social.
El ambiente intelectual se había divorciado del régimen liberal desde los años 50; los intelectuales en vez de ingresar en la política se dedican a criticarla, aparece el krausismo, traído de Alemania por Sainz del Río  que se difundió rápidamente por los ambientes intelectuales españoles y va a ser la base de una nueva ideología política. El krausismo era una filosofía idealista no cristiana: predicaba la redención del hombre por la. Sabiduría y una moral laica y fría. Los  tipos krausistas eran estudiosos, inasequibles a la sonrisa y al tabaco, vestidos de oscuro, correctos en sus modales y demócratas en política. Para esta filosofía el hombre es soberano de sí mismo  y su persona e ideas son sagradas e intocables, toda orden es un acto de tiranía y una condena a muerte dictada por un tribunal. La justicia es un crimen.
Karl Christian Kraus

Al mismo tiempo que se difunden estas doctrinas, el partido progresista se escinde y aparece el demócrata que no supera solo a los progresistas sino al liberalismo. Sus puntos fundamentales son:
La estricta soberanía nacional. Casi  todos ellos son republicanos y si admiten un re
y, este no es soberano. El  soberano es el pueblo y el Estado no es más que un organismo atento en todo momento a la voluntad popular.
El sufragio universal: un hombre un voto, todos tiene derecho a participar en la cosa pública 
Los derechos el individuo. Todo  hombres por el hecho de serlo tiene unos derechos que nadie le puede quitar: a la vida, a la libertad de religión, de imprenta, la inviolabilidad de su persona y domicilió etc. Son derechos que no pueden discutirse ni siquiera establecerse. Destacan  Salmerón y Castelar que opinaban que por el simple ejercicio de su libertad y soberanía el género humano iba a ser más feliz. Otros  como Pi y Margal y Garrido opinaban  que había que llevar esa doctrina al campo social y ser un apóstol del proletariado.
Salmerón
Castelar
Garrido fue el verdadero fundador de la socialdemocracia española. Para él la libertad y la igualdad eran perfectamente compatibles; contrariamente a los marxistas, creía en la propiedad privada, pero no explica cómo se puede llegar a ese reparto de la propiedad sin violentar la propiedad.

Pí y Margal
Los demócratas practicaron la demagogia hablando al pueblo en auténticos sermones, imprimiendo pequeños catecismos  populares. Pero lo que los obreros y campesinos les entendieron era que el hombre es libre y nadie tiene que darle órdenes, que todos deben ser propietario, que la culpa de todos los males las tienen los reyes, los curas y los ricos, que el día que viniese la república desaparecería la miseria y que todos podrían vivir felices, simplificaciones que hicieran a la revolución de 1868 una revolución de masas. 

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