MUELLE DE ARRILUCE.GETXO.VIZCAYA. ACUARELA DE PALOMA ROJAS

domingo, 3 de febrero de 2013

CARLOS I DE ESPAÑA Y V DE ALEMANIA.


LA ECONOMÍA EN TIEMPOS DE CARLOS I DE ESPAÑA Y V  DE ALEMANIA

Carlos V

Acabada la rebelión comunera Carlos I de España y V de Alemania, pero que de ahora en adelante citaremos sólo como Carlos V, regresa a España y permanece aquí los siete años siguientes. Pero la persona que regresa no recuerda al mozuelo absorto y boquiabierto que había desembarcado  en 1517. La  cordura y la prudencia caracterizarán ahora su política, el proceso de hispanizacion del Emperador se acentúa: ha aprendido castellano, se casa con una princesa hispano-portuguesa, Isabel, prescinde cada vez más de consejeros flamencos y se rodea de españoles,- Cobos, Guevara, Valdés-. A este proceso de acercamiento responden los españoles con un idéntico proceso de aceptación de la política imperial.
Isabel de Portugal
España se universaliza como nunca. Se impone el purismo renacentista sin las reminiscencias góticas del arte isabelino o cisneriano. Llega a España Baltasar de Castiglione
Balgtasar de Castiglioni
El Emperador manda construir un palacio renacentista en la Alhambra de Granada, que piensa convertir en residencia habitual. Desde  España dirige las dos primeras guerras con Francia, financiadas en su mayor parte por créditos facilitados por comerciantes y banqueros españoles. Hernán Cortés conquista México, pueblo de  inmensa riqueza, mientras Pizarro inicia sus andanzas en los Andes y Hernando de Acuña en su soneto: Al rey nuestro señor, lo proclama como señor del mundo:

                                 Ya debe acercarse el cumplimiento
                                 De aquella memorable profecía 
                                 Ya se descubre el blanco del intento
                                 Con qué el divino intérprete decía
                                 Tiempo vendrá en que el mundo dé aposento
                                 A pastor solo y a una monarquía 
                                 Por una sola ley será guiada
                                 La tierra de su gobierno sojuzgada
                                 Y no será España solamente
                                 La buena suerte entonces que yo quiero
                                 Según lo que mi alma nota y siente
                                 Del sumo bien que en este templo veo.
Francisco Pizarro
Hernando de Acuña
Hernán Cortes
También el embajador Contarini pide al Emperador que organice una cruzada a Constantinopla.
Gaspar Contarini
Todo esto no implica que la identificación de los españoles con el Emperador sea completa; las guerras con Francia no fueron populares y a la idea de una cruzada a Turquía y Santos Lugares los españoles opusieron siempre la idea de cruzada corta: África del norte, más acorde con la tradición.  De  Los Reyes Católicos y Cisneros, pero lo evidente es que Carlos V supo exprimir a los españoles a favor de una   política imperial hasta  hacer imposible el desarrollo económico del país.
Carlos V en su gobiernó lleva a cabo una reforma importante y es que deja de relacionarse con los Consejos directamente y lo hace a través de los secretarios, que se convierten en el nexo entre los Consejos y la Corona. Las  Secretarías estaban organizadas sobre una base nacional, no imperial. Los secretarios preparaban el orden de día de las sesiones y redactaban todos los documentos regios. De entré los secretarios podemos destacar dos:
Francisco de Cobos
Francisco Cobos nacido en la pobreza, en Úbeda, sin ninguna educación específica, mas que haber trabajado quince años de aprendiz en la secretaría. Es  nombrado secretario en 1516, pero es a partir de 1523 al ser nombrado secretario del Consejo de Hacienda, cuando   se hace fuerte y se convierte en el coordinador de todos los secretarios aunque su poder le hace enfrentarse al canciller Gattinara que Carlos V había vuelto a llamar a España en 1522. 
Gattinara
Se inicia entonces  una lucha por el poder entre ambos, solicitando Gattinara el poder de nombrar a los funcionarios reales, pero el emperador declaró que no eran esas las funciones del Canciller, porque era borgoñón y el Consejo de Hacienda era español. A  partir de 1527 es evidente el dominio de Cobos.
Nicolas Perrenot, Señor de Granvelle
En 1529 aparece Nicholas Perrenot, señor de Granvelle, de familia humilde de  Borgoña que asciende por sus servicios en la diplomacia en los Países Bajos y que es nombrado miembro del Consejo de Estado comenzando a dirigir la política exterior. A  la muerte de Gattinara en 1530, el Emperador deja vacante el cargo de Canciller asumiendo el propio  emperador la política exterior pero con la colaboración principal de Cobos y Granvelle que aceptan una división de funciones. Cobos  se hace cargo de los asuntos de gobierno de Castilla y Granvelle de los asuntos extranjeros e imperiales. Cuando Carlos se embarca en Barcelona en 1543 para no volver a España, hasta  catorce años más tarde,   deja a su joven hijo Felipe como Regente, y como principales consejeros a Cobos, al arzobispo Tavera y al duque de Alba. De hecho se mantiene en ese cargo hasta su muerte en 1547.
Felipe II,joven
Arzobispo Tavera

                                                        Duque de Alba

Cobos es unos de los creadores de la burocracia de los Austrias en Castilla. Es  quien encuentra y forma un cuerpo de funcionarios entre los protegidos que tenía en todas las ramas de la administración y de cuya fidelidad estaba seguro. Conseguido ese objetivo empezó a formar hombres para su cargo como su sobrino Juan Vázquez de Molina, Gonzalo Pérez que sucedió al humanista Alfonso de Valdés y Francisco Eraso. Ninguno  de ellos era nobles y a excepción de Gonzalo Pérez no eran hombres de letras.
Alfonso de Valdés
Francisco Eraso
Poco a poco Cobos va aumentando su poder. Será  responsable de los asuntos de Castilla, Portugal e Indias y a partir de 1530  de los asuntos de Italia, pero tuvo mucho cuidado de no inmiscuirse en los asuntos de Aragón ni en los de Granvelle que desde 1530 tenía a su cargo el resto del Imperio y los asuntos referentes al exterior. Todos los asuntos llegaban al rey tamizados por el secretario. De hecho, salvo los asuntos de interés internacional era raro que el rey leyera los documentos que firmaba y como Cobo echaba mano solo de sus protegidos llego a monopolizar el control de todos los cargos. El  Rey era consciente del hecho y así cuando deja a Felipe de regente le escribe que deja a Cobo y al cardenal Tavera de consejeros porque "Aunque sean cabeza de dos bandos hostiles, con todo, he decidido nombrarlos  a ambos para que no quedaras a meced de ninguno de los dos". También sospechaba de la ambición del duque de Alba y advierte a Felipe que no le dé ni a él ni a ningún Grande de España cargos importantes en el gobierno civil, aunque en asuntos militares debía servirse de ellos y que vigilara a Cobos por la acumulación de privilegios que tenía.
Pero Carlos V también era consciente de su lealtad y eficiencia; a su muerte quedo patente que había convertido el cargo de Secretario en algo superior a mero escribiente: en Secretario de Estado  al que no preocupaba la misión imperial de  su señor sino que era un administrador español y representaba un punto de vista más realista y más auténtico.  El  mismo Emperador reconocía que el mayor servicio que le hizo Cobos estaba en el campo de las finanzas.

La política Carlo V se apoyaba financieramente en Castilla como él mismo explico en las Cortes de1523: miraba estos reinos como cabeza de  todos los restantes y trató de utilizar sus recursos no solo para conservar los más que Dios le había concedido sino para ampliar sus fronteras y para el Progreso de la santa fe católica. Las Cortes de Aragón, Cataluña y Valencia le proporcionaban ayudas ocasionales y modestas, los Países Bajos con su comercio, su flota e industria, constituían una fuente mayor de riqueza y el Emperador explota sin miramientos las riquezas de sus súbditos de los Países Bajos, mientras pudieron pagar. En  sus posesiones italianas contaba con los mercados financieros de Génova y en Alemania contaba con los banqueros  Welser y los Fugger, pero recibió cuatro veces más de Castilla que de los Países Bajos y Alemania y al final de su reinado ya ninguno de sus reinos podía pagar. 
Emblema de los Wesler
                                                                            Jacobo Fuffer

Sería de Castilla y América de donde llegaron los fondos para la política imperial. Es  más, cuando ya no podía cargar con impuestos a ninguno de sus reinos, en Castilla el fisco aumentaba constantemente la presión sobre los españoles y serán ellos los únicos que sigan manteniendo la política del Emperador.
Cobos administró el tesoro con cuidado y honestidad procurando apartar a la nobleza de su ambición. Realizaba  anualmente con presteza el presupuesto pero como el Emperador, al gestionar por su cuenta y sin conocimiento del Consejo las peticiones que se le hacían o los  pagos  para las nuevas campañas, imposibilitaba hacer un cálculo válido. Nadie  conocía mejor que Cobos la realidad de la situación económica: las guerras del Emperador, la extravagancia personal de  Carlos V  que se llevaba la décima parte de la cota nacional, sus continuos viajes y sus compras y derroches en joyas y obras de arte.

El impuesto principal era la acabala o impuesto sobre las compraventas, que se había  convertido en pago proporcional  a la  capacidad de la  Villa. Además  estaban los ingresos de las órdenes militares y las concesiones de las Cortes. Todo  esto suponía un 50% de los gastos ordinarios, teniendo en cuenta que casi nunca se respetaron los gastos ordinarios debido a las guerras. Después,  entre los ingresos extraordinarios que Carlos V consumía con voracidad están los Juros , una especie de Bonos del estado, ya que los compradores recibían la promesa formal de la corona de pagar un tipo establecido de interés; habitualmente estaban vinculados a capítulos concretos de los ingresos ordinarios por lo que la Real Hacienda solo recibía lo que quedaba una vez pagados, de forma que cada vez eran menos los impuestos  que quedaban en manos de Rey. Por  ejemplo, en 1524, los ingresos de las órdenes militares de Santiago, Calatrava y Alcántara, que hasta entonces recibía directamente de la Corona, sirven para pagar a los Fugger bajo cuya hipoteca se habían hecho los préstamos. Estas  transacciones le venían muy bien al Emperador porque el dinero se pagaba en Alemania, Italia o Flandes directamente, mientras que el transporte de dinero desde España era incierto e inseguro. 
Emblema Orden de Santiago
                Emblema Orden de Calatrava
El  problema se crea cuando esta práctica crece por encima de las posibilidades de la Corona. En un primer momento la cuestión  se soluciona con las entradas de metales preciosos de América ya que a partir de 1529 las entradas americanas son de 252.000 ducados anuales hasta 1543, pero a causa  las alteraciones en los ingresos procedentes de  Perú entre 1544 y 1550, bajan a 118.000 ducados aunque  la media recibida entre 1503 y 1560 es de 220.000 ducados. Aunque  si consideramos que los gastos de la Corona son de un millón de ducados al año los ingresos americanos no constituyeron la parte más importante del presupuesto. En 1552 solo la desastrosa campaña de Metz costo más de dos millones de ducados. De    hecho a partir de 1542 los ingresos ordinarios estaban gastados con varios años de antelación con el agravante de  que de 1542 a 1547 los envíos americanos descienden a la vez que los gastos militares ascienden.
Cobos, cuando en abril de 1546 el emperador pide se de dinero a  Ratisbona  para entrar en campaña contra los príncipes  alemanes, le responde que las entradas reales estaban vendidas o empeñada hasta 1550 por lo que le recomendaba que firmase La Paz ya que era conocido no solo en España sino en todo el mundo que no había dinero para pagar, Carlo V rechaza el consejo y confisca todo el tesoro que viene de América. Esto  le permite ganar la batalla de Muhlberg pero deja un terrible perjuicio a las finanzas y sobre todo al comercio con América ya que fomentó el contrabando y la evasión fiscal. Pero la herida mortal llega en 1551 con la guerra contra Francia. Carlos pide un préstamo  de cuatro millones pero solo la campaña de Metz cuesta dos.  Además  los años 53 y 54 pide dos millones y medio más cada uno con lo que el déficit de 1554 es de 4.300.000 ducados a pesar de que se habían empeñado y gastado por adelantado los ingreso de los seis años siguientes con el agravante de que los banqueros, a los que cada vez les costaba más cobrar imponen  nos intereses del 43% y a veces más. De  hecho el emperador consigue créditos porque algunos banquero seguían prestando por temor de que sí lo abandonaban, perdían todo.

2 comentarios:

  1. Uno de mis personajes favoritos de la historia...será porque España era grannnndeee ...en fin..que muy bien la entrada. Un beso.

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  2. Cada vez le doy más vueltas la posibilidad de que España no tuvo un imperio sino que toda la riqueza de América y de la Península, sobretodo de Castilla, ayudo a luchar para sostener el Sacro Imperio Romano Germánico. Y creo que eso me enfada mucho.
    Un abrazo grande. Que tal va todo lo poético?

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