DE LA EDAD MEDIA AL RENACIMIENTO – LOS REYES CATOLICOS
Aunque en un principio ninguno de los dos estaba destinado a reinar - no eran primeros en la línea de sucesión - podemos decir que su reinado fue eficaz y que la monarquía pactista que hundía sus raíces en el feudalismo fue cediendo hacia una monarquía autoritaria y un concepto moderno de estado. Los Reyes, apoyados por la pequeña nobleza y las ciudades establecieron una monarquía fuerte frente a las apetencias de la alta nobleza estamental.
Isabel, hija de Juan II y de su segunda esposa Isabel de Portugal, nació en Madrigal de las Altas Torres el veintidós de abril de 1451. Dos años más tarde nacería su hermano Alfonso. En 1454 a la muerte de su padre, su hermano mayor Enrique de Trastámara fruto de un matrimonio anterior es proclamado rey heredero.
Isabel con su madre y su hermano pequeño se retiran a Arévalo. Su madre Isabel se trastorna mentalmente con lo cual su educación no fue muy esmerada. Cuando la futura reina era aún una adolescente, su hermano mayor los reclama a la Corte a Alfonso e Isabel.
Enrique IV apodado el Impotente, era un hombre amante de la cultura y las novedades, con un carácter especial y algo acomplejado. Estaba casado con Blanca de Navarra pero por no haberse consumado el matrimonio, este se declaró nulo. Su segunda esposa Dª Juana de Portugal era una mujer muy vital y mundana que chocó con la austeridad de la corte castellana. Muy pronto comenzaron las habladurías por las fiestas cortesanas que daba y su estilo de vida; el colofón fue su embarazo; nadie dudó de que la paternidad no era obra de D. Enrique, el rey, sino del casquivano D. Beltrán de la Cueva, personaje donjuanesco muy amigo de frecuentar cacerías, torneos y bailes.
Enrique IV que como ha quedado dicho era más amigo de los libros que de el buen gobernar, suspendió la Reconquista y los nobles inquietos con su falta de iniciativa en el gobierno enfrentaron a su hermano Alfonso con el Rey, en la farsa de Ávila. Sin embargo su hermano Alfonso murió en Cardeñosa víctima de la peste, pero los rumores decían que había sido envenenado.
Isabel ,a pesar de las presiones de los nobles, evitó siempre proclamarse reina. Era mujer con un alto concepto del estado y de la autoridad tanto para el que manda para el que obedece. Su posición de gobernada le impidió por el momento saltarse la autoridad de su hermano. Sin embargo por los pactos de los Toros de Guisando en 1468, Enrique IV reconocía como heredera a Isabel en detrimento de su hija Dª Juana la Beltraneja.
Isabel había estado prometida desde niña a Fernando hijo de Juan II el Grande y de D.ª Juana Enríquez, pero cuando al cumplir los 16 años, su hermano intentó casarla con D. Pedro de Girón que era maestre de la Orden de Calatrava
Dª Isabel no lo aceptó y éste murió al poco tiempo. Otro candidato de su hermano era D. Alfonso V de Portugal; a pesar de los muchos intentos Isabel también rechazó este pretendiente alegando diferencias de edad, pues tenía cincuenta años.
Finalmente Fernando e Isabel se casaron en Valladolid: ella tenía 18 años y él 17. Los casó el arzobispo de Toledo Monseñor Carrillo, con una falsa Bula Papal, pues ambos eran primos
Finalmente Fernando e Isabel se casaron en Valladolid: ella tenía 18 años y él 17. Los casó el arzobispo de Toledo Monseñor Carrillo, con una falsa Bula Papal, pues ambos eran primos
A la muerte de Enrique IV, con los apoyos del Señorío de Vizcaya, los Mendoza y el arzobispo Carrillo se proclama reina Isabel, con la oposición de la candidata Doña Juana la Beltraneja que es apoyada por Francia y Portugal
Alfonso V derrotado por las tropas de D. Fernando se desanima y vuelve a Portugal abandonando la empresa; por otra parte Francia tiene dificultades para introducir tropas por Guipúzcoa con lo cual Fernando e Isabel se hacen fuertes en el Norte y Centro peninsular. Finalmente son ganadas para la causa Extremadura y Andalucía. Alfonso V por el tratado de Alcaçovas - 1479 - reconoce a Isabel como reina. de España, Canarias, Melilla y otras plazas africanas. Ceuta y Olivenza continúan siendo portugues.
Los cimientos del Estado se comienzan a colocar. Para robustecer el poder real se tomaron medidas de gran calado pero todas ellas apoyadas por las Cortes. Pasan a la Corona los Maestrazgos de las Ordenes Militares convirtiendo a D. Fernando en el Gran Maestre. También se establecieron en Valladolid la Real Chancillería con cuatro salas de justicias, de lo civil, lo criminal, de los hijosdalgo y la de Vizcaya.
Se constituye un ejército permanente, que tiene como núcleo las Guardias Reales, se amplia y se forman las milicias urbanas y las milicias agrarias o Santa Hermandad.
Isabel para disolver el poder judicial señorial comienza ella misma de forma itinerante a impartir justicia haciendo suyo aquello “de que la mejor justicia es la del Rey”. De esta forma se van implantando jueces por delegación real principalmente en las ciudades. El clero y las órdenes religiosas de la mano del Cardenal Cisneros se reforman con el fin de elevar el nivel moral e intelectual en que se encontraban.
Sixto IV otorga a los reyes el poder de nombrar dos o tres obispos para juzgar a los cristianos que incurrieran en herejías, tan de moda en la época, y para comprobar la buena fe de los convertidos.
Para terminar de consolidar el estado, se conquista Granada y como todo el mundo sabe en 1492 tiene lugar la gran empresa de la Conquista del Nuevo Mundo.
Por un rato he sido inmensamente feliz, una buena lección de historia, me gusta acudir a tu tertulia, aprender, recordar, evocar, tantas cosas de nuestra historia, historia de esta nuestra España.
ResponderEliminarAbrazos querida amiga.