El miércoles día 13 fuimos al Guggenheim a ver la exposición: "El siglo de oro flamenco".
Antes de entrar en el Museo nos hicimos una foto, junto a Pupy. La pena es que le hemos degollado.
Naturalmente no dejan sacar fotos del interior del Museo, lo que es una pena porque una de las mejores obras de arte de este museo es el edificio en sí.
Si embargo se pueden sacar fotos desde la terraza. Y aquí están las que sacamos;
Si embargo se pueden sacar fotos desde la terraza. Y aquí están las que sacamos;
Obra expuesta en el exterior
Espectáculo de vapor lanzado sobre el agua que rodea al Museo
La exposición consta de 130 cuadros de distinta temática y calidad. Es una preciosidad que no hay que perderse: desde la luz del "Geógrafo" de Vermeer, su extraordinario, minucioso y preciosista dibujo, el colorido y textura de las telas, la reproducción de los mapas, aunque no visibles para un visitante como nosotros, (no te puedes acercar al cuadro para apreciar los detalles, por evidentes motivos de seguridad), pasando por los bodegones de flores y comida. Destaca especialmente el de los peces; el tratamiento dado al rodaballo colgado, llama la atención.
Hay otros aspectos a destacar: los simbolismos, ocultos para los profanos; el realismo retratista, cultural y fotográfico, que son como páginas de libros de Historia de las costumbres; los paisajes reales o imaginados, con un valor muy significativo en un siglo, el XVII, donde el paisaje deja de ser un mero relleno para convertirse en fotografía, con la luz que el artista le quiera dar o imaginar; el puntillismo de los detalles botánicos y demás preciosismos. La luz de los cuadros de Jan van Goyen destaca especialmente.
No se puede dejar de mencionar la sala de los retratos, reflejo de una sociedad opulenta y burguesa en la que se combina una gran austeridad en el vestido, con ricas joyas y delicados encajes en los cuellos y golas. Al llegar a esa zona ya solo te quedan ganas de prometerte a ti misma, que volverás con más tiempo y más calma.
En fin, que la burguesía adinerada dejo su imagen en las telas de pintores como: Gerard ter Borch, Adrian Brouwer, Guerrit Dou, Jan van Goyen, Frans Hals, Cornelius de Heen, Willen Kalf, Adriaen van Ostade, Rembrand van Rijn, Jacob van Ruisdael y Jan Vermeer. Con desigual belleza y realismo retratista, pero muy aceptables todos. Merece la pena volver a verlos.El museo Städel nos ha hecho un precioso préstamo, que estará en Bilbao hasta el 23 de enero del 2011, es una exposición para no perderse, de las mejores, para mi gusto, que he visto en el Guggeheim.
Hay otros aspectos a destacar: los simbolismos, ocultos para los profanos; el realismo retratista, cultural y fotográfico, que son como páginas de libros de Historia de las costumbres; los paisajes reales o imaginados, con un valor muy significativo en un siglo, el XVII, donde el paisaje deja de ser un mero relleno para convertirse en fotografía, con la luz que el artista le quiera dar o imaginar; el puntillismo de los detalles botánicos y demás preciosismos. La luz de los cuadros de Jan van Goyen destaca especialmente.
No se puede dejar de mencionar la sala de los retratos, reflejo de una sociedad opulenta y burguesa en la que se combina una gran austeridad en el vestido, con ricas joyas y delicados encajes en los cuellos y golas. Al llegar a esa zona ya solo te quedan ganas de prometerte a ti misma, que volverás con más tiempo y más calma.
En fin, que la burguesía adinerada dejo su imagen en las telas de pintores como: Gerard ter Borch, Adrian Brouwer, Guerrit Dou, Jan van Goyen, Frans Hals, Cornelius de Heen, Willen Kalf, Adriaen van Ostade, Rembrand van Rijn, Jacob van Ruisdael y Jan Vermeer. Con desigual belleza y realismo retratista, pero muy aceptables todos. Merece la pena volver a verlos.El museo Städel nos ha hecho un precioso préstamo, que estará en Bilbao hasta el 23 de enero del 2011, es una exposición para no perderse, de las mejores, para mi gusto, que he visto en el Guggeheim.
¡¡Qué envidia!! Tienes una gran suerte vivir en ese lugar tan privilegiado, cerca de ese museo, ya se que es contemporáneo, pero solamente el edificio es una maravilla, nosotros tenemos que ponernos en carretera para ver los más cerca que son en Madrid, Toledo, C. Real y bueno el jueves estuvimos en un pueblito de Cuenca, viendo una fundación también de pintura moderna, pero eran: Saura, Feito, bueno unos cuantos más. Voy a poner una entrada con el maravilloso lugar. Gracias por las fotos tan buenas.
ResponderEliminarAbrazos
Madrid, Toledo..... esos sin que son lugares maravillosos! Hace siglos que no he estado en el Prado y tengo muchas ganas de ir, pero la vida no siempre permite hacer lo que uno desararía. Sorrolla me entusiasma. Y tantos otros en los que no he puesto un pie.....
ResponderEliminarUn fuerte abrazo