MUELLE DE ARRILUCE.GETXO.VIZCAYA. ACUARELA DE PALOMA ROJAS

sábado, 28 de noviembre de 2009

TERTULIA DE MÚSICA

INTRODUCCIÓN


En esta segunda clase del trimestre Leonor nos ha hablado de dos compositores del postromanticismo, que todavía conservan muchos rasgos del Romanticismo. Bruckner y Mahler.

BRUCKNER

Incapaz de recordar literalmente lo que Leonor nos explico recurro a FEDERICO SOPEÑA.

“Nacido en Ansfelden el 4 de septiembre de 1821, vive en un ambiente muy típico del Imperio austro-húngaro, muy parecido al que vivió Schubert: el pobre hogar de un maestro que es también músico municipal y que difícilmente se evade del medio campesino. Bruckner, organista casi autodidacta a los 10 años, se beneficia de lo que en música y en cultura significaban todavía monasterios como el de San Florián y Linz. En 1848 es ya organista titular de San Florián siete años más tarde de Linz. Muy tardíamente, a través del trabajo solitario, de los viajes a Viena y de la revelación de Wagner, completa su formación musical. Le vemos en 1868 profesor en Viene: al año siguiente y luego en dos ocasiones más viaja por Francia e Inglaterra llamado no por su fama de compositor, sino de organista. Da una singular clase de música en la Universidad de Viena, obtiene algún triunfo con sus sinfonías y logra, sobre todo, solterón impenitente, una apariencia de hogar en el principesco Belvedere.
En el mundo del postromanticismo la figura de Bruckner ocupa un lugar raro y conmovedor: católico ferviente, casto en su intimidad, ingenuo y apasionado, mediocre en la cultura, muy artesano en su trabajo------resuelve a su manera la antinomia entre su religiosidad, muy dogmática, con la pasión casi idolátrica por Wagner, que el recibió en Bayreuth y bajó de su singular Olimpo para alabarle, y aparece como un islote al que se admira y se quiere precisamente por juntar misteriosamente la suma bondad y la suma grandeza.
… el centro de su obra lo constituye un imposible_ realizar sinfónicamente lo que Wagner veía como inseparable del teatro. Bruckner es beethoveniano en tanto en cuanto se siente fundamentalmente sinfonista...... la misma esencia del wagnerismo – el cromatismo que expresa la máxima tensión expresiva y formal -, aparece doblemente controlada y hasta corregida sinfónicamente por la longitud de sus sinfonías, obligadas por ello a una estructura muy carpinteada de repeticiones y de desarrollos, y por la constante de los planos de del órgano. Los arranques y el poderío sinfónico hecho éxtasis dan a ciertos periodos de las sinfonías de Bruckner una extraordinaria belleza: es la expresión sinfónica no ya del amor humano, sino de del ascenso de éste, purificado, al amor de Dios. En este sentido, las sinfonías cuarta, séptima y novena son una culminación del romanticismo.”

En los vídeos que vienen a continuación Leonor nos presenta a este compositor y se explaya sobre aspectos de su vida, creación , trayectoria artística. Lo hace con su habitual vivacidad que hace que los personajes se nos hagan cercanos. Nos animan a escuchar la música para disfrutar de ella, sin preocupaciones sobre si entendemos o no entendemos esta arte. Nos está enseñando a disfrutar de la música.

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