TERTULIA MUSICAL DE LEONOR MERINO
El pasado miércoles 10 de Junio, en “el Chaflán” donde habitualmente nos reunimos el grupo “XV x IV”, Leonor Merino nos deleitó con una charla sobre la música nacionalista española y rusa, con su natural maestría y erudición.
Durante dos horas disfrutamos de los conocimientos de Leonor y nos apasionamos con ella de la música de Albéniz, Granados, Sarasate, etc.
Las principales características que definen al nacionalismo musical español son:
-Vinculación a los ideales de revalorización nacional expresados por los escritores de la generación del 98.
-Creación de un nuevo lenguaje musical extraído de las raíces folclóricas.
-Influencia notoria de la música oriental, como consecuencia de la herencia de la cultura árabe.
-Reivindicación de la importancia de la guitarra, a la que se eleva a la categoría de instrumento sinfónico.
-Escritura pianística en la primera etapa, que más tarde se convirtió en orquestal.
Siendo Felipe Pedrell (1841-1922) su máximo exponente. Hombre de vastísima cultura, inició los estudios de musicología en España, recopiló nuestro folclore y se esforzó en revalorizar a los maestros antiguos. Editó las obras de los grandes músicos del siglo XVI, varios diccionarios y tratados de música y un Cancionero popular español en cuatro volúmenes, y un buen número de obras personales, entre las que destaca el Cancionero popular español en el que brilla como recopilador del folclore. Pedrell está considerado como el teórico del nacionalismo musical español. Su trabajo fue muy importante para la formación de grandes compositores españoles en el campo del nacionalismo. Pedrell señaló el camino del nacionalismo que habría de situar de nuevo a la música española en la corriente europea.
Escuchamos obras de los siguientes compositores:
Isaac Albéniz (1860-1909) Nació Girona, discípulo de Pedrell y prodigioso pianista, fue el primer compositor español del siglo con auténtica talla internacional. Se instaló en París en 1893, donde estuvo muy relacionado con el ambiente musical de la época.
Escribió un Concierto para piano y orquesta y algunas óperas, como El ópalo mágico y Pepita Jiménez. Pero destaca con especial singularidad su producción pianística, de la que hay que citar las ocho piezas de la Suite española, Cantos de España, Recuerdos de viaje, La Vega y, por encima de todas, su obra más conocida, la Suite Iberia, que comprende doce composiciones reunidas en cuatro cuadernos. En cada una de estas obras utiliza ritmos de danzas españolas alternando con la copla.
Aunque no trató con profundidad las grandes formas y la técnica instrumental, su música pianística está llena de armonía, ritmo, intensidad y fuerza expresiva.
Enrique Granados (1867-1916) Nacido en Lleida, pianista y director de orquesta, Enrique Granados compuso, al igual que Isaac Albéniz, básicamente para piano. En sus composiciones es evidente la herencia de los músicos románticos, pero también se puede apreciar la influencia impresionista de Claude Debussy.
Una de sus obras más características es la suite pianística Goyescas, que luego le sirvió para componer una ópera en dos actos que estrenó en el Metropolitan de Nueva York el mismo año de su muerte. Está inspirada en el Madrid ochocentista de Goya y de Ramón de la Cruz.
Pablo Sarasate (1844-1908) Violinista y compositor navarro, Pablo Sarasate fue el primero que consiguió destacar en el campo de la música instrumental entre los compositores e intérpretes nacionalistas españoles.
Sarasate nació en Pamplona y murió en Biarritz. Fue un violinista de fama internacional, cuya técnica era comparable a la de Paganini. Estudió en Madrid y París y dio conciertos por Europa, el primero de ellos cuando tenía siete años.
Compuso unas cincuenta obras para violín, entre las que sobresalen sus Danzas españolas, como Zapateado, Romanza andaluza y Jota navarra. Otras obras suyas son Aires gitanos, Canción gitana y Fantasía sobre Carmen.
En cuanto a los nacionalistas rusos
Una de las fuerzas motrices del nacionalismo ruso, fue el descubrimiento de valores del pasado histórico, y, consecuentemente, el cultivo en la música de armonías, melodías y ritmos folclóricos; siendo el primer apóstol de esta música, relacionada muy estrechamente con motivos regionales, Alexander Serov, entusiasta adicto a Richard Wagner y a los módulos de la ‘grand’ ópera de Giacomo Meyerbeer. Pero habían de transcurrir algunos pocos años antes de que la aristocracia compartiera los gustos musicales del ‘populacho’ y, asimismo, comprendiera que puede haber ‘verdades nacionales’ en la música
Hubo de esperarse hasta entrado el siglo XIX los primeros atisbos de la música rusa radiante del espíritu y la idiosincrasia eslavas como de sentimientos patrióticos a causa de las guerras napoleónicas. La tendencia al estilo melódico y rítmico de la música folclórica rusa tuvo más amplio despliegue en la siguiente generación de jóvenes compositores de óperas y piezas orquestales, congregados en San Petersburgo bajo una curiosa constelación de nombres como ‘Los Cinco’. Los miembros de los cinco eran Mily Alexeyevich Balakirev ( 1837-1910 ), César Cui (1835-1918 ), Alexander Porfiryevich Borodin ( 1833-1887 ), Modest Petrovich Mussorgsky ( 1839-1881) y Rimski-Korsakov (1844-1908)
Escuchamos a Rimski-Kórsakov y algunos fragmentos musicales de otros compositores del grupo de “los Cinco”. Al termino de la charla, despedimos a Leonor con un fuerte aplauso y nos prometió continuar el próximo día con la música de otros compositores nacionalistas europeos.
Un imperdonable olvido: Ha sido Carmen T. la que nos ha hecho el magnifico resumen de la tertulia de Leonor
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