MUELLE DE ARRILUCE.GETXO.VIZCAYA. ACUARELA DE PALOMA ROJAS

martes, 30 de octubre de 2012

CLASE DE HISTORIA


LOS FRACASOS DE JUAN CANTACUZENO


Juan VI

El hecho más grave es que la superioridad de Juan VI está basada en tropas turcas cuyo número aumenta de año en año.
En el momento que se hace coronar en Constantinopla- 21 de marzo de 1347- como colega de Juan V, a quien casa con su hija Elena, el Imperio era una ruina. Se  vuelven a perder Focea y Quios dos grandes centros comerciales, no se recupera Tesalónica y Macedonia y Tesalia son invadidas por el rey de los Serbios.
Juan VI demostró energía y constancia frente a las dificultades. Promulga  una amnistía general para concentrar todas las fuerzas. Su primer éxito es recuperar Tesalónica y convertirla en la segunda capital del Imperio como residencia de Juan V; con sus tropas turcas obligó a los serbios a retirarse de Grecia a la que divide en dos demarcaciones para cada uno de sus hijos; Mateo en Tracia y Manuel en Morea.
Juan V
Respecto a la Iglesia, el Concilio de Constantinopla de 1341 había reconocido la preferencia de la corriente mística de Gregorio de Palamos; pero el patriarca Juan Calecos, enemigo de Juan VI, de acuerdo con la emperatriz madre Ana de Saboya, se muestra contrario a esa postura y ordena la prisión de Palamos. Juan VI convoca un sínodo de obispos que destituye a Calecos y nombra patriarca al monje Isidoro, mientras que Palamos, considerado como un mártir, es nombrado obispo de Tesalónica. Esto hace que la Iglesia bizantina declare que la visión mística directa era la fuente del conocimiento y no la deducción racional, mientras que la Iglesia católica había optado por el camino contrario.
Moneda  Hypurpiron

La situación económica era catastrófica: La devaluación de la moneda era tal que los comerciantes sólo aceptaban ducados venecianos o genoveses en vez de los hypurpyron bizantinos.
Gregorio de Palamas
Los genoveses que ayudaron a Ana de Saboya en la guerra monopolizaban el tránsito de mercancías desde el Egeo al mar Negro, no sufren ningún quebranto con la victoria de Juan VI, en su condición de intermediarios. Para colmo de males al terminar la guerra se produce la Peste Negra que asoló a toda Europa.

El intento de Juan VI de recuperar el dominio del mar fracasó ya que las naves genovesas bloquean el Cuerno de Oro y los venecianos, aliados del emperador, no pueden romper el bloqueo genovés.  Las  tremendas represalias de los genoveses obligan a Bizancio a firmar la paz perdiendo el acceso de sus barcos al mar Negro.
El Cuerno de Oro
El prestigio de Juan VI recibe un duro golpe con esta paz y Juan V marcha sobre Constantinopla. Juan VI pide ayuda a los turcos que le envías 20.000 hombres al mando de el príncipe Solimán; gracias a ellos vence a su rival que se refugia en la isla de Tenedos.

Juan VI seguramente proyectaba asociar al trono a su hijo Mateo, déspota de Tracia, pero un terremoto destruyó las murallas de Gallípoli, en la orilla europea de los Dardanelos. Los  turcos aprovechan la oportunidad para ocupar la fortaleza y fortificarse en ella, negándose no solo a devolverla sino a discutir  sobre el tema.
Gallipoli
Cantacuzeno, cuyo patriotismo queda fuera de toda duda, se sintió responsable del desastre, ya que era  él  quién había entregado a los turcos la cabeza de puente para asentarse en Europa por lo que ante la revuelta que estalla en Constantinopla, renuncia al trono y se retira a un monasterio en Mistra, en los dominios de su hijo Manuel donde vivirá con el nombre de Juan Josafat hasta 1380.

Juan V queda como emperador único pero 1354 es una fecha muy importante porque la conquista de Gallípoli resultó decisiva en varios aspectos. Hasta  ese momento los turcos otomanos tenían muy poco poder en Asia Menor y fue en Europa donde consiguen construir un Estado de grandes dimensiones  con capacidad para dominar los Balcanes y Anatolia. Es  un error presentar a los turcos como una fuerza asiática y extranjera. El Imperio Otomano nació del propio centro de Bizancio y se consideró como su continuación, con una diferencia sustancial: impone un cambio de religión.  
El avance turco fue muy rápido. Juan V intentó ganar tiempo a fuerza de concesiones. Cede  Tracia a los turcos y Lesbos a los comerciantes italianos, devolvió la libertad a Calecos y a todos los contrarios al planteamiento místico e inició un acercamiento a Roma y pide ayuda a las monarquías occidentales.
Inocencio V
En 1355 se dirige a Inocencio V ofreciéndole abrazar la fe católica y admitir un legado en Constantinopla si mandaba una fuerza de socorro. El papa acogió con poco entusiasmo la petición ya que los monarcas occidentales guerreaban entre si y era imposible pensar en una movilización a favor de Bizancio.

Luiis I de Hungría
Otra oportunidad era unir todas las fuerzas balcánicas, pero con la muerte en 1355 del rey de Serbia, desaparece el único príncipe que podría lograrlo. Serbia y Bulgaria se separan y entran en guerras civiles. La  única potencia que podía intervenir era Hungría pero su rey Luis el Grande, no se da cuenta del peligro turco.

Los turcos avanzan por la Tracia y conquistan Andrinópolis en 1361. 
Urbano V
En 1364 el emperador renueva su ofrecimiento al papa Urbano V, que manda predicar una cruzada contra los turcos, pero la movilización es lenta y  poco entusiasta. Por  otra parte en Bizancio el patriarca Filoteo propicia una unión de todos los príncipes ortodoxos, cuya fuerza en ese momento, superaba a los turcos. Juan V hace un viaje a Buda para hablar con Luis de Hungría, que estaba al mando de la cruzada, pero ese plan no se lleva a cabo porque no se ataca por tierra.

Patriarca Filoteo
Amadeo VI de Saboya
Amadeo VI de Saboya se presenta con su flota y recupera Gallipoli abriendo el Bósforo a la navegación, reconquista puertos en el mar de Mármara y reanuda las comunicaciones ente Constantinopla e Italia.

Juan V viaja a Italia y se entrevista con Urbano V y el emperador Carlos IV y afirma su profesión de fe católica en 1369 sin poner condición ninguna; pero los resultados de ese gesto fueron decepcionantes, ya que los reinos occidentales se encogen de hombros y Luis de Hungría no ataca por tierra. Venecia, que era la que tenía más interés, propone unas condiciones tan humillantes para intervenir, entre otras entregar al hijo de Juan V como rehén, que no se pueden aceptar.
Emperador Carlos IV
El plan del patriarca Filoteo de llevar a cabo una alianza de príncipes ortodoxos fracasa porque los rusos no se interesan y los balcánicos están divididos por sus rivalidades tradicionales. Los serbios que se enfrentan a los turcos en 1371 son derrotados y como resultado Bulgaria y Serbia se convierten en principados vasallos de los turcos, que dominan la península de los Balcanes desde el Adriático hasta el mar Negro, pasando Hungría a primera fila frente a los turcos.

Decepcionado y amargado Juan V explicó al papa Gregorio XI en 1371, que no le queda más remedio que someterse al vasallaje del sultán. El Imperio bizantino pierde su independencia y sólo podría ser rescatado si las monarquías occidentales decidían hacer el esfuerzo militar necesario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario