MUELLE DE ARRILUCE.GETXO.VIZCAYA. ACUARELA DE PALOMA ROJAS

sábado, 10 de diciembre de 2011

CLASE DE HISTORIA


BIOGRAFÍA DE CARLOMAGNO





Carlo Magno
La vida de Carlo Magno la conocemos gracias  los anales de Fulda.  Crónica iniciada por el monje  Eginhardo y continuada por Rodolfo de Fulda constituyo una valiosa contribución a la historia de la época.  Eginhardo escribió diversas obras y entre ellas,  su Vita Karoli, es una biografía pormenorizada de Carlo Magno del  que  fue contemporáneo  y al  que  le sobrevivió 25 años más.
Eginhardo
Según Eginhardo, Carolus Magnus, fue hijo de Pipino y de Bertrada de Laon.
Pipino y Bertrada de Laon
No se sabe exactamente la fecha de su  nacimiento, que fue antes del 750, pero sabemos que murió en Aquisgrán en el  814; sucedió a su padre y correinó con su hermano Carlomán. Aunque las relaciones entre ambos fueron muy ásperas, según cuenta su biógrafo Eginhardo,  Carlomagno siempre tuvo mucha paciencia y la repentina muerte de Carlomán evitó que estallara la guerra.
Carlomán
Atendiendo siempre a su  fiel biógrafo, éste   le describe como de amplia estatura- siete pies de altura. La cabeza redondeada, ojos grandes y vivaces, la nariz un poco más larga que la media, bello cabello claro, de carácter alegre y extrovertido. Tanto  sentado como de pie, daba una fuerte impresión de autoridad y dignidad. Tenía el paso firme, el porte viril y voz clara. Su   elocuencia era  exuberante, expresando con suma facilidad todo lo que quería. Se afanó en aprender lenguas extranjeras. Aprendió el latín tan bien, que se expresaba indiferentemente en esa lengua como en la materna; parece ser, sin embargo,  que no se le dio bien el griego.
 Dotado de una muy  buena salud, no enfermó  nunca salvo  en los cuatro últimos años de su vida que padeció de fiebres altas. Se entregaba asiduamente a la equitación y a la caza,  una afición  que tuvo desde su nacimiento y algo muy típico de los pueblos francos. Le gustaban también las aguas termales y se entregaba al placer de la natación. Hasta tal punto adoraba los baños termales que construyó en el palacio de Aquisgrán unas termas, que incluso llegaba a compartir con sus colaboradores, sus amigos y algunas veces con multitud de sus guardas personales, que eran invitados a compartir semejante esparcimiento.
Carlomagno vestido al estilo de los francos
Se vestía a la moda tradicional de los francos, y se envolvía en un sayo azul; desdeñaba los vestidos y modas  de otras naciones  y solamente a petición del Papa Adriano I en Roma y otra vez a instancias de su sucesor León III, vistió la larga túnica y la clámide y calzó zapatos a la moda de los romanos. Tenía siempre colgando a un costado una espada cuya empuñadura y vaina eran de oro o plata. Algunas veces ceñía una espada decorada con pedrerías, pero sólo los días de grandes fiestas o cuando tenía que recibir a embajadores extranjeros.  Los días de fiesta llevaba un vestido de tejido de oro, calzados decorados con pedrerías, una fíbula de oro para abrochar su sayo, una diadema del mismo metal y decorada también con pedrería; pero los demás días, su vestimenta difería poco de las de los hombre del pueblo común franco.
Espada con su funda
Según relata Eginhardo poseía una gran constancia en todas las coyunturas felices o infelices. Cuando, después de la muerte de su padre, gobernó el reino a medias con su hermano, soportó con tal paciencia el odio y los celos de este último que todos se sorprendieron de no verlo arrebatarse contra él.Incluso cuando Carlomán en el 760 se negó a ayudar a su hermano Carlomagno a sofocar la insurrección que se había producido en la Aquitania al mando de un tal Unaldo, que no quería reconocer la autoridad real de Carlomagno. Finalmente sofocó Carlos la sublevación y a instancias de su madre Bertrada,  se casó con Desideria  hija del rey de los Lombardos Desiderio y su hermana Gila se `prometió a su primogénito Adalgiso  heredero de los Longobardos.

Finalmente muere Carlomán  y Carlos repudió a su mujer Desideria y  los hijos de Carlomán y su viuda se refugiaron  en Lombardía al amparo de Desiderio que los tomó bajo su protección. Consiguieron que los hijos de Carlomán fuesen nombrados Rey de los Romanos. Pero Carlomagno se presentó en Roma, capturó a su cuñada  y sobrinos y Desiderio se tuvo que refugiar  en Pavía.Sitiado  y sin alimentos se tuvo que rendir, y entonces Carlos en el 774 fue nombrado REX FRANCORUM y REX LONGOBARDORUM. Se envió a Desiderio a la Abadía de Corbie y su hijo Adalgiso  murió en Constantinopla.

Arregladas las cosas en el sur;  los sajones se levantaron  en el Norte. Aprovechando  las calzadas romanas que todavía existían, Carlomagno, avanzando por  el valle del Rhin se presentó en el Norte y venció a estos pueblos levantiscos. Obsesionado  con que todo el mundo fuera cristiano, encargó la evangelización de estos sajones todavía paganos al abad  de Fulda  que fue discípulo de San Bonifacio.
Posible corona de Carlomagno
Imperio de Carlomagno
Estando todavía en el territorio de Sajonia recibió una petición  del emir  moro de Zaragoza que le instaba  a  atacar al Califa  de Córdoba (siempre querían deshacerse de la autoridad del califal de Córdoba) y le propuso una alianza. Carlomagno en el 768 con un ejército importante, atravesando  los Pirineos por un antigua  vía romana destruye parte de Pamplona y sus murallas; en Junio se presenta en Zaragoza y el gobernador se niega abrir las puertas de la ciudad. Pone  sitio a la ciudad pero viendo que la retaguardia está todavía lejos opta por retirarse. Pero la retaguardia que, como es sabido es lenta en su avance, por  llevar toda la impedimenta, es atacada y estrepitosamente derrotadada. Estas escaramuzas arrojaron  famosos muertos, entre los que se encontraban el Conde Roldán posterior inspiración del  famoso cantar de gesta Chanson de Roland (Cantar  de Roldán).
Roncesvalles
Roland jurando fidelidad a Carlomagno
A la muerte de   Adriano I, según nos cuenta Eginhardo, lloró como si hubiera perdido un hermano o un hijo querido.
Era muy fiel en la amistad, prometiendo a aquellos con los que se aliaba  el afecto  más sagrado. 
Carlomagno, a las puertas de Roma, acudiendo en ayuda de Adriano I
En el comer y beber era templado, sobre todo en el beber, pues aborrecía la embriaguez,  que proscribió tanto para él como para los suyos; le causaba horror en quienquiera que fuese. En la comida, le era difícil limitarse tanto, y se quejaba con frecuencia por serle incómodos los ayunos. Durante la comida le deleitaba escuchar música o la lectura de algún libro especialmente la Ciudad de Dios de San Agustín.

Era un hombre que practicó con piedad la religión, construyó en Aquisgrán  una basílica de gran belleza, que adornó de oro, plata y candelabros, con balaustradas y puertas de bronce macizos; y como no podía procurarse de otra parte de las columnas y los mármoles los hizo traer de Rávena. Seguía toda la liturgia de la iglesia, recitaba los salmos con gran corrección y rezaba las horas del oficio litúrgico. Velaba continuamente para que en la iglesia nada fuera impropio o indigno de la santidad del lugar. Proveyó a las iglesias ampliamente de vasos sagrados de oro y plata y de una cantidad suficiente de vestidos sacerdotales para que ni siquiera los porteros o lectores estuvieran indignamente vestidos. Se empleó también con diligencia en corregir la manera de leer los textos sagrados y los cánticos.  Fue un hombre muy caritativo, además de socorrer a los pobres con largueza  enviaba cuantiosas limosnas a las Iglesias que sabía que  vivían en pobreza  como las  de Alejandría, Cartago y Jerusalén.

Pero fue  Roma objeto de su devoción, consagró para dotarla de cantidades de oro, de plata y de piedras preciosas; envió a los pontífices a los que consideraba vicarios de Cristo  innumerables presentes, no deseó nada más en su vida que   Roma fuera el centro de la cristiandad y con todo su corazón se empleó en restablecer el antiguo renombre de esta ciudad y asegurar con su generosidad a la Iglesia de San Pedro.

Amó muchísimo a su familia. Su madre Bertrada envejeció cerca suyo rodeada de honores.  La hizo inhumar con gran pompa en la basílica de San Dionisio, donde reposan también los restos de  su padre. No tenía más que una hermana, llamada Gila, que se convirtió en monja y a la que rodeó de los mismos cuidados que a su madre.

Enseguida, por consejo de su madre se casó con la hija del rey de los lombardos Desideria  pero la repudió despues de un año de casados , y luego se casó con Hildegarda
Hildegarda
De ella le nacieron; Carlos, Pipino y Luis (el futuro Ludovico Pío de la historiografía romántica). Tuvo además otras tres hijas, Teodrada, Hiltruda y Rotaida, las dos primeras de su esposa Fastrada,  y la tercera hija de una concubina de la que Eginhardo no recuerda su nombre . Cuando murió Fastrada, se caso con Liutgarda, de la cual no tuvo hijos.
Después de la muerte de ésta última  tuvo cuatro concubinas: Madelgarda, que le dio una hija Rotilda;  otra  sajona llamada Gervinda le dio una hija, Adeltruda; otra  de nombre Reina, le dio Drogón y Hugo; y la última concubina Adelinda le dio a Thierry.  Además de  otra concubina  que no cita tampoco el nombre  Eginhardo, tuvo un hijo Pipino, de agradable figura pero jorobado que simulando una enfermedad  mientras Carlos estaba  luchando en Baviera, organizó junto con algunos francos  un complot contra él; este Pipino, llamado “ el jorobado”  les había prometido honores. Pero descubriendo su padre este complot le hizo tonsurar y lo encerró en el convento de Prüm.
Carlomagno y Pipino el Jorobado
Carlomagno siempre quiso que sus hijos, tanto  los varones como las niñas, fuesen desde el comienzo iniciados en las artes de época; les enseñó a montar a caballo, siguiendo la costumbre franca, a manejar las armas y a cazar; en cuanto a las hijas, para evitarles embotarse en la ociosidad, las hizo aprender el trabajo de la lana así como el manejo de la rueca y el huso de hilar. Su padre nunca casó a sus hijas así que estas saltaban por las camas palatinas y eran llamadas las   ”palomas coronadas” según Alcuino de York.
Nunca cenaba sin sus hijos ni se ponía en marcha sin ellos. Sus hijos cabalgaban a su lado; sus hijas les seguían cerrando la marcha, custodiadas pr  algunos guardias encargados de velar por ellas.

El último viaje que Carlos hizo a Roma, tuvo, pues, otras causas. Los romanos habían colmado de violencias al pontífice León III, saltándole los ojos, y,  obligándole a implorar la ayuda del rey. Carlo Magno presto acudió a Roma y convocó y presidió un sínodo para escuchar tanto los argumentos del Papa como los  de sus opositores y donde León III, el 23 de diciembre, prestó juramento de que era totalmente inocente de los cargos que se  habían presentado contra él.
Papa León III
Dos días después el 25 de diciembre del año 800, Carlo Magno fue coronado como emperador en la Basílica de San Pedro.
Carlomagno coronado Emperador
En el año 814 y según su biógrafo Eginhardo, Carlos sufrió un proceso febril “un dolor en el costado, lo que los griegos llaman pleuresía”.  A pesar de una dieta alimenticia impuesta por los médicos su recuperación no fue efectiva y el 28 de enero de ese año fallecía Carlomagno a la edad de 72 años, tras 47 de reinado. Su cuerpo está sepultado en Aquisgrán.
Catedral de Aquisgrán
 En su tumba está escrito:
BAJO ESTA PIEDRA REPOSA EL CUERPO DE CARLOS, GRANDE Y ORTODOXO EMPERADOR, QUE NOBLEMENTE ACRECENTÓ EL REINO DE LOS FRANCOS Y DURANTE XLVII AÑOS LO GOBERNÓ FELIZMENTE. MURIÓ SEPTUAGENARIO EL AÑO DEL SEÑOR DCCCXIV, INDICCIÓN VII, EL V DE LAS CALENDAS DE FEBRERO.
Sarcófago donde reposan sus restos
Capilla de Carlomagno en Aquisgrán

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