TERTULIA DE CINE

COMENTARIO A LA PELÍCULA "JULIO CESAR"

Lourdes A. Ha realizado este comentario para publicarlo en QUINCE POR CUATRO.

La presentadora nos sitúo frente a la película que íbamos a ver y comentar.

Marlon Brando actuaba en Broadway con la obra "Un tranvía llamado deseo", Elia Kazan le ve y le propone actuar en Julio Cesar. Más adelante los directores Ford Coppola y Mackiewicz, sucesivamente le llamaron para actuar en algunas de las películas que dirigieron.

Vieron en él al actor de "método", esto es, de inmersión total en su papel. Marlon Brando acostumbraba a identificarse con sus personajes de tal forma, que antes de empezar el rodaje había estado viviendo en situaciones similares, o realizando los trabajos que sus personajes tenían que realizar.

La película esta rodada toda ella en formato teatral, tanto en escenas como en diálogos, siguiendo fielmente el texto de Shakespeare. Como en su obra los diálogos son largos, expresivos y profundos. Por el estilo teatral la cámara apenas se mueve.

Los efectos especiales escasamente existen; la carrera triunfal de Cesar sobre Roma la conocemos porque nos la relatan terceros, así como el triple rechazo de Cesar a la corona laureada; la batalla final se divisa en la lejanía en contrate con el final de los conjurados que se rueda en un primer plano, con un largo discurso final. Está claramente rodada en estudio.

El papel más relevante, es el de James Mason - Brutus- dividido entre el seguimiento al vencedor de las Galias o la adhesión a los conjurados; se debate entre la tristeza y el remordimiento, entre lo cierto y lo por venir; concluye para acallar su conciencia que su adhesión a la conjura sirve mejor a la causa pública.

Sin embargo Casio, no se plantea problemas de conciencia, el sólo actúa por rencor acumulado a Cesar desde su niñez.

Marco Antonio es el tipo sin verdad ni mentira, que actúa por conveniencia, al sol que más calienta. Queda muy bien reflejado en su discurso a la plebe tras la muerte de César: comienza alabándolo y ve que la plebe le aplaude, aunque mantiene una aparente fidelidad a los rebeldes en las formas. Pero manipula al pueblo de tal forma que este se rebela contra los conspiradores.

Se une a ellos y al hijo adoptivo de César - Octavio- formando un triunvirato con Lépido. E ironías de la vida, Octavio acaba declarándose Emperador y obteniendo el poder único, razón por la que los conspiradores habían decidido matar al César para evitar su ambición desmedida, según ellos.

Llegamos a la conclusión de que la ambición por el poder, la gloria y la política no ha cambiado mucho esencialmente: dialogos ambiguos, llenos de frases finamente hiladas que disfrazan la verdad y la mentira y dignos de releerse despacio; lo mismo sirven para alabar que para condenar, para situarse en un lado o en el otro. Siglos antes de Maquiavelo el axioma de que el fin justifica los medios ya estaba vigente.

Para mayor información adjuntamos la crítica de DeCine 21:http://www.decine21.com/Peliculas/Julio-Cesar-3837.asp?Id=3837