MUELLE DE ARRILUCE.GETXO.VIZCAYA. ACUARELA DE PALOMA ROJAS

sábado, 1 de febrero de 2014

LAS REALIZACIONES DEL SIGLO XVIII



Carlos III  fundando las colonias de Sierra Morena
El XVIII fue un siglo de muchas realizaciones sobre todo en las obras públicas pero fallo en la reforma agraria aunque aumentó la producción. También en la industria y el comercio se alcanzaron altos niveles de desarrollo.
Se desarrollan los regadíos con el canal de Aragón, el de Tauste y la construcción de pantanos como el de Lorca. También  se abren caminos para dar salida  a los productos de zonas incomunicadas y es destacable la repoblación de la Sierra Morena llevada a cabo por Pablo de Olavide que trae colonos suizos y alemanes que se establecen en La Carlota, La Luisiana o La Carolina donde había la prohibición de crear mayorazgos y acumular herencias; todos los ciudadanos son iguales con idénticos derechos y deberes y con la obligación de saber leer y escribir. También se intentaron colonizaciones en Extremadura y Salamanca. Todo  esto aunque apreciable no tiene demasiado éxito porque no le acompaña la iniciativa privada y cuando cae Olavide en desgracia se termina el proyecto.
Pablo de Olavide
Donde no se consigue casi nada es el campo de las desamortizaciones porque la estructura de la propiedad siguió en manos de la aristocracia y se mantienen los grandes latifundios con mínimos rendimientos, aunque no podemos negar que algunos aristócratas también ilustrados introdujeron nuevas técnicas en sus fincas y aumentaron la producción. También  incide el hecho de que se introducen nuevos cultivos procedentes de América: la patata y el maíz. 
Respecto a la industria, el Estado intentó acabar con el viejo concepto de deshonra legal del trabajo y se dan facilidades a los inversores. Se  procura terminar con el sistema gremial para favorecer la iniciativa individual permitiendo amplios márgenes de beneficios a los comerciantes e industriales. Va  a destacar la industria textil gracias a la utilización del algodón primero en Cataluña, luego en Bejar y Sevilla. A finales el XVIII España poseía la única producción algodonera de Europa. 
Se  desarrolla la industria naval tanto de guerra como mercante y la industria de transformación de los productos coloniales: fábricas de tabaco, ingenios de azúcar y a lo largo del siglo aumenta de forma muy importante el consumo de hierro.
Se adopta el librecambismo, se quitan las aduanas interiores y se elimina la necesidad de licencias para la producción y se liberalizó las importaciones. De estos  cambios, la más importante es la libertad de tráfico con América que a partir de 1778, termina con el monopolio  Sevilla y Cádiz hecho que desarrolla de forma importantísima la actividad comercial e industrial de España.
Palacio de Azkoitia,  de los Amigos del País de Guipuzcoa
En este campo es importante destacar la actividad de las Sociedades Económicas de Amigos del País, nacidas a partir de la idea de un grupo de ilustrados guipuzcoanos y que Campomanes impulso llegando a ser más de 70 a finales del siglo en todo el país. Eran  salones donde se discutía sobre temas científicos y culturales y a la vez centros para  el desarrollo de  la agricultura, la industria o la artesanía. En  las provincias fue el instrumento de las élites ilustradas y reformistas para llevar a cabo su función reformadora de la sociedad. A ellas se deben muchas innovaciones  de la técnica agrícola y el establecimiento de empresas de artesanía además de la creación de escuelas técnicas, la  importación de libros científicos y la dotación de becas para estudiar en el extranjero.
Campomanes
Grupos ideológicos:

Los ilustrados españoles como los de toda Europa giran en torno a dos ideas: la racional, y lo utilitario; esta forma de pensar es la que caracteriza toda la cultura occidental del momento y se manifiesta en todos los aspectos del pensamiento: cultura, economía, filosofía, arte, poesía etc. España en este momento ha perdido el espíritu creador del Siglo de Oro, ahora lo que hace es importar ideas y ponerlas en práctica. De aquí surgirán dos grupos: aquellos que quieren copiar literalmente todo lo que llega de Europa, fundamentalmente de Francia y los que prefieren buscar formular acordes con la tradición española.
El problema estriba en que la filosofía racionalista concede a la razón el derecho a juzgarlo todo- hasta a Dios- conforme a criterios humanos. Pero  el sentir católico  de muchos españoles les impide llegar hasta el fin por el camino de lo racional. De  hecho el gran problema de muchos reformistas es que se sienten muy españoles pero no encuentran en la tradición española elementos de renovación y buscan la síntesis en otros. Sin  embargo no ven otra forma de reformar que extranjerizándose.
Podemos hablar de cuatro grupos:
- los conservadores: Los que no quieren ningún cambio porque consideran peligrosa cualquier innovación. Es un grupo numeroso y muy influyente.
- los tradicionales: Se oponen a la moda extrajera, pero no a las reformas que sin romper con lo español convenga para el desarrollo del país, en este grupo podemos colocar a Cadalso el autor de las Cartas Marruecas.
- los cristianos ilustrados: es un intento de conciliar el pensamiento racionalista con el sentido católico. La mayor parte de los intelectuales del periodo pertenecen a este grupo y pretenden adaptar lo que llega de fuera al carácter español y a las verdades de la fe católica. Destacan  en este grupo: Feijoo, Campomanes, Floridablanca y Jovellanos.
Floridablanca
Jovellanos
- los revolucionarios: siguen sobre todo a Voltaire, su programa es radical pero son pocos y poco influyentes.
Voltaire
Podemos decir que lo más importante de todo esto es que por primera vez los españoles están divididos ideológicamente y esta disociación va a tener consecuencias funestas.

La política marítima:

La política de Carlos III en este ámbito es la de defensa y ampliación de las posesiones ultramarinas, política que se mantiene desde el gobierno del marqués de la Ensenada, basada en la alianza con Francia, la vigilancia de las intenciones inglesas, el desarrollo de la construcción naval y la fortificación de las plaza americanas, combinado todo ello con el fomento de la producción y la aplicación de políticas librecambistas.
Marqués de la Ensemada
Como podemos recordar, La Paz de París  1763, no gusta al gobierno español porque expulsaba a Francia de América y nos dejaba solos frente a las ambiciones británicas. Esto hace ver a Carlos III que la defensa de América quedaba en nuestras manos y que no podríamos contar con ayuda francesa en Las Indias. Este hecho  contribuye a  que los arsenales de Ferrol se amplíen y lleguen a emplear a 15.000 obreros.  En  estos años América ocupa la atención de nuestros políticos de forma primordial, opción que se demostrara acertada ya que el tráfico americano tiene un desarrollo fabuloso y los ingleses son batidos en todos sus intentos de dificultar el tráfico comercial con las colonias americanas. Podemos  decir que al final del reinado de Carlos III España había llegado a una segunda plenitud histórica y parecía que se iniciaba una segunda época imperial. De  esta época es la aparición de la bandera Roja y Amarilla y de la composición de la Marcha Real,  símbolos de la nueva época.

Marruecos:

La intervención en Marruecos viene dada por la necesidad de busca mercados y para eso era necesario controlar a los piratas  berberiscos y los ataques a Ceuta y Melilla. El  sultán de Marruecos tenía un importante ejército pero no una buena flota por lo que estaba en inferioridad de Condiciones frente a España. Esto  hace que decida establecer negociaciones, en un principio difíciles, porque España pedía que se abriesen al comercio todos los puertos marroquíes y Marruecos exigía la entrega de Ceuta y Melilla,. En  1767 se firmó un Tratado de paz que favorecía los intereses españoles, pero la paz se rompe en 1773 cuando los marroquíes atacan Ceuta, Melilla y el Peñón de Vélez . España declara la guerra a Marruecos y cuando se preparaba una expedición de castigo, el sultán pide la paz consiguiendo un tratado de paz en 1780 que permitirá a España monopolizar el comercio de todo el trigo marroquí.

Zona del Río de la Plata:
Virreinato del Río de la Plata
A partir de la paz de París el interés económico, hasta entonces en las Antillas por el tabaco, el azúcar, el,cacao y el,café, se desplaza hacia el sur ya que la producción de cereales, carne y cuero de esa zona superaban en cantidad y precio a la europea. Buenos Aires triplica sus habitantes durante el reinado de Carlos III y se convierte en una importantísima plaza comercial. Además  el tráfico marino a través del cabo de Hornos se incrementa con los adelantos en la construcción de barcos.
Los ingleses ocuparon las Malvinas, frente a la Patagonia muy cerca del estrecho Magallanes por lo que España tiene que fortificar y proteger la zona sobre todo después de que los ingleses construyeran la ciudad de Port Egmont en las Malvinas. El gobernador de Buenos Aires, Bucarelli,  reconquistó las islas en 1770, operación que desautorizó Madrid para evitar una guerra, por lo que se llegó a neutralizar la zona con la retirada de unos y otros. Esto   contribuye a  que se colonice la Patagonia y que se vigilé el cabo de Hornos.
El problema se va a situar más  al norte, en la colonia de Sacramento en el estuario del Plata ya que por la paz de París había que devolverlo a Portugal, pero eso significaba un nuevo Gibraltar en una zona de gran importancia económica para España.
En 1774 la alianza con Francia anima a Carlos III a romper con Portugal y declarar la guerra. El  marqués de Ceballos, gobernador de Buenos Aires, es ascendido  a virrey de Río de la Plata y lanza una ofensiva sobre Brasil conquistando las colonias de Sacramento, Santa Catalina y todos los territorios reclamados por España, no quedando más remedio a Portugal que avenirse a la paz con España.
Ceballos
De esta forma nació el virreinato del Río se la Plata. No  se trataba de un ascenso honorífico para Ceballos sino del nacimiento de un virreinato que reconocía la importancia de esos territorios, para vigilar la zona del cabo de Hornos y para defender Perú y la costa del Pacífico.
En muy pocos años se produjeron las más importantes reformas en América: 1776 creación del virreinato del Río de la Plata, 1778 liberación de comercio, 1782 organización de América en intendencias. Podemos afirmar que el final del XVIII fue el periodo de mayor prosperidad de la colonización americana.

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