MUELLE DE ARRILUCE.GETXO.VIZCAYA. ACUARELA DE PALOMA ROJAS

viernes, 12 de abril de 2013




POLÍTICA EXTERIOR DE FELIPE II

Las guerras contra Francia, Países bajos, el Imperio Turco e Inglaterra, caracterizan su política externa
Felipe II

Guerra con Francia

El motivo de estas guerras fue el apoyo francés a los rebeldes flamencos. El 10 de agosto de 1557, España venció gloriosamente  a Francia en la Batalla de San Quintín. Felipe II hizo construir el Monasterio del Escorial en recuerdo de su triunfo. A esta gran batalla se tiene que añadir la Batalla de Gravelinas en 1558.
Vista de la toma de San Quintín
                                                                     Situación geográfica de San Quintín.
Sitio de Las Gravelinas
Las consecuencias de estos dos grandes triunfos fueron: la firma de La Paz de Cateau-Cambrési en 1559, por la que Francia reconocía la supremacía hispánica; favorecieron los intereses españoles en Italia y quedó pactado el matrimonio de Felipe II con Isabel de Valois. Sin embargo en Flandes  continuaron los problemas debido al apoyo de los rebeldes flamencos a los hugonotes franceses en 1568.
La Paz de Cateau-Cambrési
Isabel de Valois
Cuando en 1559 se finalizaron las guerras italianas, la Casa de Austria quedó asentada como la primera potencia mundial. Esto hizo que Francia quedara relegada  y los estados italianos, que a pesar de su pequeño tamaño, habían dominado el poder durante la Edad media y el Renacimiento, vieron reducido su poder político y militar e incluso algunos de sus estados desaparecieron.
Alvaro de Bazàn

En 1582  Álvaro de Bazán vence a una escuadra de los Corsarios Franceses en la Batalla de la Isla Terceira, en la que por primera vez en la historia se empleó el método de desembarco  y fue el nacimiento de la Infantería de Marina (http://xvxiv.blogspot.com.es/2013/03/felipe-ii.html
Cardenal de Borbón

Enrique IV de Francia

En 1590, cuando muere el Cardenal de Borbón, proclamado rey de Francia por la Liga Católica, Felipe II intervino en las Guerras de religión de Francia contra Enrique IV. En 1593 los Estados Generales, convocados por el Duque de Mayen,  rival de Enrique IV de Francia, no reconocen a Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, como reina de Francia; Enrique IV, bautizado como católico pero convertido al protestantismo- era un hugonote- aprovecho la coyuntura para convertirse al Catolicismo y reinar en Francia, aunque una vez establecido como rey renuncio a su catolicismo y volvió al protestantismo y termino sus días como católico. Felipe II perdió sus esperanzas, hasta llegar a la Paz de Vervins en 1598, que restablecía la paz de Cateau-Cambrési.
Duque de Mayen
                                                                                     Isabel Clara Eugenia

Conflictos con los Países Bajos. Guerra de los ochenta años

Paises Bajos

Felipe II heredó de su padre Carlos I los Países Bajos junto al Franco Condado para que España, en la cúspide de su poder mundial, pudiera defender el Imperio de Francia. Por lo tanto era simultáneamente un punto estratégico y un punto de  debilidad para Felipe II. Mediado el siglo XVI, Amberes era el puerto más importante de Europa del norte, como base de operaciones para la Armada española. A la vez era un centro comercial importantísimo, en el que se operaba con bienes de toda Europa y sobretodo se vendía la lana castellana. Esta lana era de oveja merina, que se procesaba en los Países Bajos, vendida a precios razonables. Llega manufacturada a España y esto hace aumentar su coste pues si hubiera sido procesada en España, la mano de obra hubiera sido de menor coste. 

La muerte de Carlos I, supuso para los Países un cambio no solo de Rey sino que  pasaron a formar parte del Reino más poderoso del momento, pero dejaron de pertenecer al Imperio. No eran parte de la herencia de los Reyes Católicos y sentían a España como a  un país extranjero y veían en Felipe II un rey extranjero con la Corte en Madrid. No vivía en su tierra que era gobernada por gobiernos delegados. Además se estaba gestando un enfrentamiento religioso dentro de Flandes, agudizado por la posición religiosa  de Felipe II. Las guerras religiosas retornaban a Europa.
Margarita de Parma
Los Países bajos fueron gobernados por Margarita de Parma, hermana de Felipe II, desde 1559. Esta se enfrentó a los nobles que pedían mayor autonomía, así como también a los protestantes que exigían se respetará su religión. Todo ello dio lugar al inició de la Guerra de los Ochenta Años. Pero Felipe II opinaba que lo que había que hacer era aplicar los principios de Trento, como lo había exigido a Catalina de Medicis en Francia, contra los hugonotes franceses. El resultado fue que las autoridades civiles de los Países Bajos se resistieron a aplicar  las penas emanadas por los Inquisidores. El resultado fue la aparición de un ambiente de malestar y resolución. La baja nobleza se concentró ante el palacio de la gobernadora en abril de 1566 y fueron menospreciados y apodados los Mendigos, apelativo que utilizarían como grupo político y reivindicativo, y disfrazándose como tales. Los del compromiso de Breda, el grupo reivindicativo, envió a Madrid a tres representantes del mismo  que ya no retornaron nunca. Eran Floris de Montmorency, Barón de Montigny y más tarde el Marqués de Berghes.

Philipe de Montmorency, Conde de Horn
Barón de Montigny
Aumentó la tensión y los conflictos en Amberes. Margarita de Parma acudió a Guillermo de Orange para que restableciera el orden y calmara los ánimos. Algo que no era de su agrado pero que llevó a cabo. Tanto él como el Conde de Egmont y el Conde de Horn, insistieron en la petición de mayor libertad. Petición que Margarita de Parma transmitió a Felipe II pero que este no aceptó, haciendo conocer al Papa sus intenciones: no quería que la religión católica sufriera ningún perjuicio y declaraba que prefería perder sus Estados y vida, antes que ser Rey de herejes. 
Guillermo de Orange Nassau
Conde de Egmont
El 14 de agosto un grupo de calvinistas asaltó la principal iglesia de Saint-Omer, a lo que siguió una rebelión general en varias ciudades, incluida Amberes.

Felipe II promete a Montigny Convocar el Consejo de Estado de España. El 29 de octubre de 1566, convoca a los consejeros más de su confianza: Príncipe de Éboli, Duque de Alba, Duque de Feria, El Cardenal Espinosa, Don Juan Manrique y el conde de Chinchón, además de los secretarios de Estado Antonio Pérez y Gabriel Zayas. Hubo diferencia de opiniones pero Felipe II optó por la fuerza. El III Duque de Alba fue enviado a acabar con las rebeliones. Don Carlos se sintió desplazado por esta decisión, pues consideraba que él como Príncipe heredero debía mandar a las tropas. 

El 28 de agosto el Duque de Alba llega a Bruselas y al frente del ejército realizó una durísima represión, ajusticiando a los nobles rebeldes. Ante estos hechos Margarita de Parma dimite como gobernadora de los Países Bajos. Su hermano el Rey admite rápidamente la dimisión. El 9 de septiembre Egmont y Horn fueron cogidos prisioneros y degollados el 5 de junio de 1568.
Alejandro Farnesio
Luis de Requens

                                                                                                  Juan de Austria

Felipe II  nombró a Luis de Requesens, Juan de Austria y Alejandro Farnesio para dirigir el ejército. Consiguieron someter las provincias católicas del sur en la Unión de Arras. Ante estos hechos los protestantes formaron la Unión de Utrecht
Unión de Utrecht
Mapa tras el Tratado de Utrecht (carta de independencia) en 1579, los territorios rebeldes en rojo (independentistas), y sus anexiones durante el primer año en marrón. En verde claro los territorios de la Unión de Bruselas, territorios que habían pedido al rey de España que sacara los tercios de Flandes tras el motín de los tercios y el saqueo de Amberes (neutrales, reconociendo la autoridad real). En verde fuerte-turquesa territorios tomados por España inicialmente. En azul la Unión de Arras, aliada de España. En gris el Obispado de Lieja, aliado de España. Wikipedia

El 26 de junio de 1581, las provincias de Brabante, Güeldres, Zutphen, Holanda, Zelanda, Frisia, Malinas y Utrecht anularon su vinculación contra el Rey de España, por el acta de abjuración, y eligieron como soberano a Francisco de Anjou
Francisco de Anjou
 Pero Felipe II no admitió esa decisión y Alejandro Farnesio, que había sido nombrado gobernador de los Países Bajos, comenzó una contraofensiva y recuperó gran parte de los territorios para España tras el asedió de Amberes pero parte de ellos se volvieron a perder tras la campaña de Mauricio de Nassau. 
Asedio de Amberes
Esquema del puente de Alejandro Farnesio sobre el Escalda, construido durante el Asedio de Amberes en 1585. Este asedio, que mantuvo en vilo a toda Europa a la espera del vencedor, representó un derroche de medios e ingenio por ambas partes durante los trece meses que fueron necesarios para forzar la rendición de la que probablemente era la ciudad más rica y más populosa de Europa y cuya toma representaba la determinación de la corona española en recuperar los territorios perdidos y en el mantenimiento de la Iglesia. Después de esta capitulación, se rindieron consecutivamente otras importantes plazas en manos de las Provincias Unidas. Wikipedia

Mauricio de Nassau
Antes de la muerte del Rey de España, el territorio de los Países Bajos, pasó conjuntamente a su hija Isabel Clara Eugenia y su yerno el archiduque Alberto de Austria  por el Acta de Cesión de 6 de mayo de 1598. Murieron sin descendencia.
Alberto de Austria 

2 comentarios:

  1. ¡Otra lección de Historia... narrada con claridad y orden! Es un placer leerla y me hace reconciliarme, sino con los libros de historia, sí con la Historia misma. Un abrazo.

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  2. Si por lo menos te sirve para eso, bendita sea. A ver si aprendemos a convivir, que por lo que estoy viendo, es la lección más difícil de aprender.
    Un abrazo

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