Esta semana por causas ajenas a nuestra voluntad no pudimos tener la clase de Teología que normalmente tiene lugar los lunes por la tarde. Ante este inconveniente, pensé en dejar pasar la semana sin subir nada a mi blog.
Pero dio la casualidad, de que alrededor de esas fechas había caído en mis manos la carta de Benedicto XVI en la que habla sobre el levantamiento de la excomunión a los seguidores de Lefebvre hecho que por lo visto ha suscitado tanta polémica en algunos sectores.
Me llamaron profundamente la atención varios aspectos de la carta: dolor ante el escándalo de algunos, dolor ante las críticas de sectores de la Iglesia, dolor ante la forma en que se había dado la noticia.
Me hizo pensar en que nos ocurre a los católicos para que un Papa tenga que darnos tantas explicaciones. Y sobretodo que nos ocurre para que no sepamos interpretar acertadamente las decisiones que toma.
Más adelante me he encontrado con este artículo de ACEPRENSA http://www.aceprensa.com/articulos/2009/mar/12/un-ejemplo-de-franqueza-humildad-y-transparencia/ que me parece muy esclarecedor. Espero que también a vosotros os ayude a entender aún mejor lo que el Papa nos ha querido decir.
Pero dio la casualidad, de que alrededor de esas fechas había caído en mis manos la carta de Benedicto XVI en la que habla sobre el levantamiento de la excomunión a los seguidores de Lefebvre hecho que por lo visto ha suscitado tanta polémica en algunos sectores.
Me llamaron profundamente la atención varios aspectos de la carta: dolor ante el escándalo de algunos, dolor ante las críticas de sectores de la Iglesia, dolor ante la forma en que se había dado la noticia.
Me hizo pensar en que nos ocurre a los católicos para que un Papa tenga que darnos tantas explicaciones. Y sobretodo que nos ocurre para que no sepamos interpretar acertadamente las decisiones que toma.
Más adelante me he encontrado con este artículo de ACEPRENSA http://www.aceprensa.com/articulos/2009/mar/12/un-ejemplo-de-franqueza-humildad-y-transparencia/ que me parece muy esclarecedor. Espero que también a vosotros os ayude a entender aún mejor lo que el Papa nos ha querido decir.
El Papa puntualiza minuciosamente la decisión que ha tomado, se nos olvida a veces que dentro de la misión del Papa no está la confrontación enfermiza que impera en nuestra sociedad, como si la iglesia fuera un equipo deportivo. El Papa está llamado pilotar la barca de Pedro para que que lleguemos al Cielo
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