REINO DE SICILIA
A la muerte de Federico II de Hohenstauffen en 1250, Italia se convulsiona y el hijo del Emperador Hohenstauffen, Manfredo, supuestamente bastardo – aunque se cree que Federico II se caso con Blanca Lancia antes de morir – es coronado Rey de Sicilia en 1258 y se hace con la tendencia gibelina, consiguiendo el apoyo de Milán, Brescia, Placencia, Génova, Florencia. Logra, además la alianza con Aragón, al casar a su hija Constancia con Pedro III de Aragón.
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Federico II de Hohenstauffen |
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Pedro III de Aragón |
Pero en 1261 es elegido Papa un francés, Urbano IV, que quería eliminar a los gibelinos. Hombre de gran energía, fortaleció la facción francesa en el colegio de cardenales y favoreció al partido güelfo, nombrando un Visconti como arzobispo de Milán, con el encargo de crear allí el partido güelfo. Por otra parte abrió también la puerta del Reino de Sicilia a Carlos I de Anjou.
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Urbano IV |
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Carlos de Anjou |
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Batalla de Benevento |
Cuando muere Urbano IV en 1264, le sucede otro papa francés, Clemente IV, quien consigue que la banca italiana financie a Carlos de Anjou, quien derrota a Manfredo en la Batalla de Benevento en 1266, en la que Manfredo muere. Esto hace que en Norte de Italia, los güelfos aumenten el poder.
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Manfredo, coronado Rey de Sicilia
Con la muerte de Conradino, en 1268, hijo de su medio hermano Conrado IV ya muerto, desaparece el último Hohenstauffen, familia que había dominado el siglo XII. |
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