POLÍTICA EXTERIOR DE FELIPE II
Las guerras contra Francia, Países bajos, el Imperio Turco e Inglaterra, caracterizan su política externa
Felipe II |
Guerra con Francia
El motivo de estas guerras fue el apoyo francés a los rebeldes flamencos. El 10 de agosto de 1557, España venció gloriosamente a Francia en la Batalla de San Quintín. Felipe II hizo construir el Monasterio del Escorial en recuerdo de su triunfo. A esta gran batalla se tiene que añadir la Batalla de Gravelinas en 1558.
Vista de la toma de San Quintín |
Las consecuencias de estos dos grandes triunfos fueron: la firma de La Paz de Cateau-Cambrési en 1559, por la que Francia reconocía la supremacía hispánica; favorecieron los intereses españoles en Italia y quedó pactado el matrimonio de Felipe II con Isabel de Valois. Sin embargo en Flandes continuaron los problemas debido al apoyo de los rebeldes flamencos a los hugonotes franceses en 1568.
La Paz de Cateau-Cambrési |
Isabel de Valois |
En 1582 Álvaro de Bazán vence a una escuadra de los Corsarios Franceses en la Batalla de la Isla Terceira, en la que por primera vez en la historia se empleó el método de desembarco y fue el nacimiento de la Infantería de Marina (http://xvxiv.blogspot.com.es/2013/03/felipe-ii.html
Cardenal de Borbón Enrique IV de Francia |
En 1590, cuando muere el Cardenal de Borbón, proclamado rey de Francia por la Liga Católica, Felipe II intervino en las Guerras de religión de Francia contra Enrique IV. En 1593 los Estados Generales, convocados por el Duque de Mayen, rival de Enrique IV de Francia, no reconocen a Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, como reina de Francia; Enrique IV, bautizado como católico pero convertido al protestantismo- era un hugonote- aprovecho la coyuntura para convertirse al Catolicismo y reinar en Francia, aunque una vez establecido como rey renuncio a su catolicismo y volvió al protestantismo y termino sus días como católico. Felipe II perdió sus esperanzas, hasta llegar a la Paz de Vervins en 1598, que restablecía la paz de Cateau-Cambrési.
Isabel Clara Eugenia
Duque de Mayen |
Conflictos con los Países Bajos. Guerra de los ochenta años
Felipe II heredó de su padre Carlos I los Países Bajos junto al Franco Condado para que España, en la cúspide de su poder mundial, pudiera defender el Imperio de Francia. Por lo tanto era simultáneamente un punto estratégico y un punto de debilidad para Felipe II. Mediado el siglo XVI, Amberes era el puerto más importante de Europa del norte, como base de operaciones para la Armada española. A la vez era un centro comercial importantísimo, en el que se operaba con bienes de toda Europa y sobretodo se vendía la lana castellana. Esta lana era de oveja merina, que se procesaba en los Países Bajos, vendida a precios razonables. Llega manufacturada a España y esto hace aumentar su coste pues si hubiera sido procesada en España, la mano de obra hubiera sido de menor coste.
La muerte de Carlos I, supuso para los Países un cambio no solo de Rey sino que pasaron a formar parte del Reino más poderoso del momento, pero dejaron de pertenecer al Imperio. No eran parte de la herencia de los Reyes Católicos y sentían a España como a un país extranjero y veían en Felipe II un rey extranjero con la Corte en Madrid. No vivía en su tierra que era gobernada por gobiernos delegados. Además se estaba gestando un enfrentamiento religioso dentro de Flandes, agudizado por la posición religiosa de Felipe II. Las guerras religiosas retornaban a Europa.
Los Países bajos fueron gobernados por Margarita de Parma, hermana de Felipe II, desde 1559. Esta se enfrentó a los nobles que pedían mayor autonomía, así como también a los protestantes que exigían se respetará su religión. Todo ello dio lugar al inició de la Guerra de los Ochenta Años. Pero Felipe II opinaba que lo que había que hacer era aplicar los principios de Trento, como lo había exigido a Catalina de Medicis en Francia, contra los hugonotes franceses. El resultado fue que las autoridades civiles de los Países Bajos se resistieron a aplicar las penas emanadas por los Inquisidores. El resultado fue la aparición de un ambiente de malestar y resolución. La baja nobleza se concentró ante el palacio de la gobernadora en abril de 1566 y fueron menospreciados y apodados los Mendigos, apelativo que utilizarían como grupo político y reivindicativo, y disfrazándose como tales. Los del compromiso de Breda, el grupo reivindicativo, envió a Madrid a tres representantes del mismo que ya no retornaron nunca. Eran Floris de Montmorency, Barón de Montigny y más tarde el Marqués de Berghes.
Philipe de Montmorency, Conde de Horn
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Guillermo de Orange Nassau
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El 14 de agosto un grupo de calvinistas asaltó la principal iglesia de Saint-Omer, a lo que siguió una rebelión general en varias ciudades, incluida Amberes.
Felipe II promete a Montigny Convocar el Consejo de Estado de España. El 29 de octubre de 1566, convoca a los consejeros más de su confianza: Príncipe de Éboli, Duque de Alba, Duque de Feria, El Cardenal Espinosa, Don Juan Manrique y el conde de Chinchón, además de los secretarios de Estado Antonio Pérez y Gabriel Zayas. Hubo diferencia de opiniones pero Felipe II optó por la fuerza. El III Duque de Alba fue enviado a acabar con las rebeliones. Don Carlos se sintió desplazado por esta decisión, pues consideraba que él como Príncipe heredero debía mandar a las tropas.
El 28 de agosto el Duque de Alba llega a Bruselas y al frente del ejército realizó una durísima represión, ajusticiando a los nobles rebeldes. Ante estos hechos Margarita de Parma dimite como gobernadora de los Países Bajos. Su hermano el Rey admite rápidamente la dimisión. El 9 de septiembre Egmont y Horn fueron cogidos prisioneros y degollados el 5 de junio de 1568.
Alejandro Farnesio |
Felipe II nombró a Luis de Requesens, Juan de Austria y Alejandro Farnesio para dirigir el ejército. Consiguieron someter las provincias católicas del sur en la Unión de Arras. Ante estos hechos los protestantes formaron la Unión de Utrecht.
El 26 de junio de 1581, las provincias de Brabante, Güeldres, Zutphen, Holanda, Zelanda, Frisia, Malinas y Utrecht anularon su vinculación contra el Rey de España, por el acta de abjuración, y eligieron como soberano a Francisco de Anjou.
Pero Felipe II no admitió esa decisión y Alejandro Farnesio, que había sido nombrado gobernador de los Países Bajos, comenzó una contraofensiva y recuperó gran parte de los territorios para España tras el asedió de Amberes pero parte de ellos se volvieron a perder tras la campaña de Mauricio de Nassau.
El 26 de junio de 1581, las provincias de Brabante, Güeldres, Zutphen, Holanda, Zelanda, Frisia, Malinas y Utrecht anularon su vinculación contra el Rey de España, por el acta de abjuración, y eligieron como soberano a Francisco de Anjou.
Francisco de Anjou |
¡Otra lección de Historia... narrada con claridad y orden! Es un placer leerla y me hace reconciliarme, sino con los libros de historia, sí con la Historia misma. Un abrazo.
ResponderEliminarSi por lo menos te sirve para eso, bendita sea. A ver si aprendemos a convivir, que por lo que estoy viendo, es la lección más difícil de aprender.
ResponderEliminarUn abrazo