Durante las clases de Historia que Luis Crovetto impartió a las amigas de QUINCE POR CUATRO, durante el curso pasado, mencionó entre otras cosas, la existencia de este museo, como algo que merecía la pena verse, si se iba a visitar Manchester. No pensé entonces que iba a tener la oportunidad de visitarlo, pero cuando más adelante tomé la decisión de ir a Manchester, tuve en cuenta la sugerencia y procuré poner los medios para acercarme a verlo.
En mi primer intento fue algo frustrante; nada más entrar en el edificio, sonó la alarma y los empleados del Museo nos mandaron salir a todos, como se puede observar en el vídeo.
Mientras esperábamos a ver lo que ocurría decidimos sacarnos algunas fotos en los terrenos del Museo.
En esta primera se puede observar la entrada del Museo
En esta otra foto está tomada después de cruzar el puente que conduce al otro lado de los muelles y se puede observar el edificio del Museo. Su arquitecto es Daniel Liberkind, 1946, estadounidense y judío de origen.
Seguimos posando ante algunos de los artefactos de guerra situados alrededor del Museo
El Museo Original fue fundado en 1917 en memoria de los muertos y heridos en la Primera Guerra Mundial. Desde entonces el Museo ha extendido sus exposiciones hasta incluir todos los conflictos bélicos ocurridos desde entonces hasta nuestros días, pero concentrándose en aquellas situaciones en que Gran Bretaña o la Commonwealth se han visto involucradas.
Al poco tiempo se recobró la calma y pudimos entrar sin más dilación. Me dio la impresión de que había sido una falsa alarma o que alguno de los visitantes que nos habían precedido, al subir hacía el punto más alto del edificio, para poder tener una visión panorámica de la ciudad, había pulsado el botón equivocado y había hecho saltar la alarma.
Cogimos el mismo ascensor con los consejos amables y llenos de humor de los empleados y nos plantamos en el piso más alto desde el que se pueden contemplar no solo los alrededores de la ciudad sino hasta un horizonte muy lejano, como el Peal District.
Colocados sobre pivotes se encuentran estos indicadores de la situación de los edificios que rodean al Museo y que han sido edificados sobre lo que antes eran los DOCKS, WHARFS AND QUAYS , que en libre traducción se puede denominar los puertos, exclusas, y diques secos.
En mi segunda visita al Museo, realizada días más tarde, conté con más tiempo, y me dediqué a ver la exposición por orden cronológico. Intento fallido, ya que la exposición es tan extensa e interesante, que involuntariamente me guiaba más por el interés inmediato que despertaba en mi alguna escena que salía a mi paso, que por mi proyectado estudio a fondo.
No da tiempo a verlo todo y la precipitación hizo que saltara de un aspecto a otro sin orden ni concierto.
A continuación incluyo algunas fotografías que puede tomar del interior, que entonces me resultaron interesantes, pero que ahora quizás no tengan mucho significado para quién lo ve sin el background del total de la exposición.
Testimonios de algunos soldados " Me senté en el barro y lloré" Esto es el verdadero horror de la guerra, Y eran los vencedores. Más testimonios:"Vivimos en un mundo donde todos viven solamente para matar a su hermano"Mas horrores de la guerra
Pude presenciar la sesión de recuerdos fotográfico a la vez que orales que el Museo organiza en distintas sesiones durante el día, en los que se puede ver y escuchar a personas reales, dando testimonio de sus memorias de guerra. El montaje es fabuloso e ingenioso; todo el recinto se oscurece y por no se qué sistema, los asistentes se ven envueltos en las atmósfera de la época, mientras escucha las distintas historias de personajes reales.
Una vez más pensé que la guerra es un mal que hay que evitar por todos los medios y hoy en día hay muchos medios
No hay comentarios:
Publicar un comentario