MUELLE DE ARRILUCE.GETXO.VIZCAYA. ACUARELA DE PALOMA ROJAS

viernes, 30 de noviembre de 2012

CLASE DE HISTORIA



LOS REYES CATÓLICOS 


Genealogía de los Reyes Católicos
Desde el Tratado de los Toros de Guisando en 1468, el problema sucesorio parecía solucionado, pero quedaba el tema del matrimonio, que cobró desde aquel momento una gran importancia en la convicción de que el matrimonio de Isabel decidiría qué dinastía reinaría en Castilla y otro aspecto importante era la posibilidad de llevar a cabo  la unión con un reino peninsular. Había dos candidatos: el rey de Portugal, Alfonso V, cincuentón y viudo y el príncipe de Aragón Fernando de 16 años.
Los toros de Guisando
Alfonso V de Portugal
A la cabeza de los que propugnaban el matrimonio portugués estaba el marqués de Villena, que poseía tierras que reclamaba el rey de Aragón y que perdería si reinaba un aragonés en Castilla y que además era contrario al Almirante Enríquez, suegro de Juan II de Aragón que vería así a su nieto Fernando, Rey de Castilla. Los intereses jugaron un importante papel en la formación de los dos partidos pero ambos tenían en común el deseo de engrandecer Castilla y de realizar el sueño renacentista de la unidad española.

Villena convenció a Enrique IV  de la precedencia de una vinculación portuguesa, pero Isabel personalmente se decidió por su primo Fernando de Aragón. Sus partidarios, el Arzobispo Carrillo, el Duque de Alba y el Almirante de Castilla Enríquez, se encargaron de arreglar las cosas. Parece ser que fue el obispo de Segovia quien falsificó la dispensa pontificia para el matrimonio. El matrimonio tuvo lugar en Valladolid en 1469, después de haber sido preparado con el mayor sigilo. Enrique IV, que no lo esperaba, se sintió engañado y denunció el tratado de los Toros de Guisando y deshereda a doña Isabel en beneficio de su hija Juana
Arzobispo Carrillo
Escudo de Armas del Almirante Enriquez
Entre 1469 y 1474 transcurren cinco años de una extraña guerra civil en la que no hay ningún encuentro armado, tanto por la característica indecisión de Enrique IV como por el interés de Isabel de no actuar contra su hermanastro el rey. En general las tierras de la meseta norte: Segovia, Valladolid, Medina son hostiles al monarca y simpatizan con los príncipes mientras que la meseta sur; Toledo, Ocaña son fieles al monarca, que no se mueve de allí. Cuando muere Enrique IV en 1474  la legitimidad sucesoria parecía estar a favor de Juana la Beltraneja , pero Isabel y Fernando llegaron a reyes más por la voluntad del pueblo que por la fuerza de las leyes. Su  cronista Hernando del Pulgar defiende la doctrina de que si Dios les dio el éxito eso garantizaba sus derechos.
Isabel de Castilla y la Beltraneja
La Concordia de Segovia

Apenas desaparecido Enrique IV, Isabel, obrando con una rapidez y energía extraordinarias se hizo coronar en Segovia como reina de Castilla, pero las primeras dificultades no vinieron de sus enemigos sino de su propio esposo, que a la muerte de Enrique pretendió ocupar el trono con entera propiedad. Los historiadores aragoneses defienden que el príncipe quería resolver un problema jurídico: con sucesión femenina podían alegar derechos tanto Isabel como Juana, con el consiguiente peligro de discordia en el reino; admitida únicamente la sucesión masculina, nadie podría mostrar mejores derechos, porque era el único varón de la dinastía Trastámara. Una comisión de arbitraje se encargó de encontrar la fórmula de cogobierno y dictó la llamada Concordia de Segovia. La herencia del reino correspondía a Isabel y llevaba aparejada la “propiedad de Castilla”; solo la reina podría disponer de su patrimonio, dirigir la administración y ceder la herencia a sus descendientes. Pero en la labor de gobierno, la dirección política y la administración de justicia, las atribuciones serían idénticas para los dos cónyuges. En suma Isabel administraría y los dos gobernarían.
Firma de la Concordia de Segovia
Fernando e Isabel ejercieron la realeza juntamente, sin que se registrara entre ellos ni una leve desavenencia en treinta años de reinado. Casi nunca es posible precisar qué decisiones son de una o de otro. La divisa del yugo y las flechas, símbolo renacentista de la unidad, ideados al parecer por Nebrija, muestra la perfecta compenetración en beneficio de la unidad de España.
Mapa de la Corona de Castilla
La guerra de sucesión

Juana, niña de 12 año, nada hubiera podido hacer sin la ayuda de partidarios poderosos: el duque de Arévalo, que tenía en su poder a la princesa, el nuevo marqués de Villena que era primo de Arévalo, decidieron jugar su baza y organizaron un partido nobiliario, consiguiendo que la mayor parte de la nobleza su pusiera de su lado ya que pensaban que, el triunfo de Isabel y Fernando representaba el fin de la oligarquía señorial. Para asegurar el éxito acudieron a Alfonso V de Portugal proponiéndole un enlace con Juana que uniría los dos reinos. Además  se buscó una alianza con Francia que neutralizaría la ayuda aragonesa. Isabel y Fernando contaban con el apoyo de la mayoría de la Iglesia, las ciudades y Juan II de Aragón y en general con las clases populares.
Juan II de Aragón
La  guerra de sucesión 1475-1479 representa al mismo tiempo un conflicto dinástico, civil, social, político e internacional porque intervienen: Portugal, Aragón y el apoyo de Francia a Juana. 
En un principio el bando de Juana contaba con ventaja porque podía disponer de más fuerzas y Alfonso V contaba con su propio reino como retaguardia y un ejército organizado; Aragón apenas podía intervenir debido a su guerra con Francia y las disputas internas del reino. Fernando e Isabel tenían que improvisarlo todo. El portugués penetró por Extremadura y cayó sobre la meseta del Duero buscando unirse a la tropas del duque de Arévalo; sin embargo esta operación fue un fracaso porque les condujo a operar sobre la zona de Castilla donde la burguesía tenía más fuerza, la Meseta Norte, dejando de lado las zonas del sur donde la nobleza tenía más poder. Por  otra parte la nobleza tenía el problema de hacer frente a las revueltas de sus siervos que eran partidarios de Isabel, tal como le ocurrió al marqués de Villena.
Los portugueses obtienen algunos éxitos iniciales, pero pronto comprueban la desventaja de combatir en territorio enemigo. Mientras  Fernando va improvisando un ejército con los fondos que Isabel consigue viajando infatigablemente por el reino, convenciendo a ciudades y prelados. En  1476 Fernando estaba en condiciones de pasar a la contraofensiva ganando la Batalla de Toro que resultó definitiva y dos años después con la derrota de Albuera, Alfonso V de Portugal tiene que salir derrotado de Castilla.
Batalla de Toro
Paz de Alcacovas
Las negociaciones llevadas a cabo cerca de Alcántara, Paz de Alcacovas y luego en Toledo, dieron como resultado el mutuo reconocimiento de los Reyes Católicos como reyes de Castilla y Alfonso V, de Portugal; las fronteras no sufren variación y Juana entra en un convento de Lisboa ; también  se llega al acuerdo de que los castellanos tienen derecho a las Canarias y Portugal adquiere el derecho de expandirse por Fez y Guinea, que era el camino a la India, ya que las carabelas portuguesas bordeaban África camino de esos territorios. De  esa forma Portugal llegaría por la ruta africana hasta el Índico y al Extremo Oriente y Castilla a América.

En 1479 muere Juan II de Aragón y su hijo Fernando, ya rey de Castilla, toma posesión de sus estados a los que hay que unir las Baleares y Sicilia. En Castilla reinan los dos esposos, pero en Aragón Isabel es la mujer del rey. A  partir de este momento empieza a mencionarse la palabra España para hablar de los dos reinos unidos. Otras tres unidades políticas   subsistían en la península: Granada, Navarra y Portugal, destinados a englobarse tarde o temprano en la monarquía hispánica. La política de los Reyes Católicos- con el objetivo de lograr su fin - sería clara: con los reinos cristianos, enlaces matrimoniales que operasen la unión pacífica por la ley de la herencia y con el reino musulmán la guerra para llevar a cabo la unión por derecho de conquista.
En un primer momento los Reyes Católicos pretendieron casar a su heredero Don Juan con la joven reina de Navarra, Catalina, pero los nobles navarros prefieran casarla con un noble francés, Juan de Albret, conde de Bearne, aunque  de todos modos, Navarra acabaría siendo conquistada y unida a Castilla. 
Escudo de la corona de Castilla
En cuanto a Portugal, los matrimonios concertados sufrieron una serie de muertes prematuras y no se registra una herencia común hasta los tiempos de Felipe, cuando Portugal contaba ya con una larga y gloriosa tradición como Estado moderno. En un principio los reinos se unían en la persona del rey, es decir que obedecían a una misma persona. Cada  reino conservó su propia constitución jurídica, política e incluso social. Los reinos americanos fueron anexionados a Castilla por lo que aragoneses, valencianos y catalanes quedaron excluidos de la empresa americana. Los reinos aragoneses conservaron más privilegios que Castilla, mucho más sometida al poder real. Solo con el siglo XVIII comienza a fondo el proceso de unificación jurídica de lo reinos españoles.

viernes, 23 de noviembre de 2012

CLASES DE HISTORIA


LOS REYES CATÓLICOS

Las últimas tres sesiones, las hemos dedicado a los Reyes Católicos pero en breve empezaremos con Las cruzadas.

Este curso, las entradas estás realizadas en base a apuntes tomados de las clases.


Antecedentes
Enrique III el Doliente
Catalina de Lancaster

Juan II de Castilla  nace en 1404, hijo de Enrique III el Doliente y Catalina de Lancaster.  Dos  años más tarde  muere su padre y quedan como regentes su madre y su tío Fernando de Antequera, que en 1412, tras el Compromiso de Caspe pasa a ser rey de Aragón. Su madre muere en 1418 y en 1419 es declarado mayor de edad. En 1420 se casa con su prima María de Aragón, hija de su tío Fernando de Aragón.
Juan II de Castilla
Acta de la Elección del Compromiso de Caspe
Fernando de Antequra. Fernando V de Aragón
Juan II deposita su confianza en don Álvaro de Luna al que odiaban los infantes de Aragón y gran parte de la nobleza castellana coaligados con ellos. El  apoyo del  nuevo rey de Aragón, Alfonso V, a sus hermanos los infantes lleva a la guerra que es ganada por Álvaro de Luna que expulsa a los infantes de Castilla.

Álvaro de Luna
Alfonso V el Magnánimo de Aragón
En 1445, al fallecer María de Aragón, de quien había nacido el futuro Enrique IV, contrae nuevas nupcias con Isabel de Portugal que enemista al rey con su valido, que será ejecutado en Valladolid. Al  año muere el rey y la reina comienza a dar síntomas de locura por lo que es recluida con sus dos hijos, Isabel y Alfonso, en el castillo de Arévalo. La reina Isabel muere en 1496, cuando ya reinaba su hija y fue enterrada con su marido y su hijo Alfonso en la Cartuja de Miraflores.
María de Aragón. Monasterio de Santa María la Huerta
Enrique IV
Isabel de Portugal
Enrique IV, nace en Valladolid en 1425 y muere en Madrid en 1474.

Aunque Álvaro de Luna había intentado influir en su educación, su hombre de confianza era Juan Pacheco, marques de Villena, conde de Xiquena, duque de Escalona y maestre de Santiago además de mayordomo de palacio.  Muere el mismo año que Enrique IV..
Juan Pacheco, Plaza Mayor de Salamanca
Con 15 años Enrique IV se casa con Blanca de Navarra, hija de Blanca I de Navarra y de Juan II de Navarra, que después de la muerte de su hermano Alfonso V de Aragón heredará ese trono y será el padre de Fernando el Católico. En 1453 el obispo de Segovia declaró nulo el matrimonio de Blanca y Enrique atrIbuyéndose la nulidad a una impotencia sexual de Enrique debido a un maleficio. Como  tres prostitutas de Segovia declararon haber tenido relaciones con Enrique, se dijo que la falta de consumación se debió a un hechizo. Posteriormente  se concertó un nuevo matrimonio con Juana de Portugal que además de no traer dote, se le aseguró mantener. El matrimonio se celebra en 1455 y en 1462 la reina da a luz a una hija, Juana, cuya paternidad se vio cuestionado gran parte de su vida.
Juana, llamada la Beltraneja
Enrique IV aparta de su valimiento a Pacheco y a su hermano Pedro Girón y elige a Beltrán de la Cueva que pasa de ser paje a conde de Ledesma, Huelva y duque de Alburquerque y que casándose primero con Mencía de Mendoza y Luna, hija de Diego Hurtado de Mendoza, marqués de Santillana y a la muerte de esta con Mencía Enríquez de Toledo, hija de García Álvarez de Toledo primer duque de Alba, entroncará  con la más alta nobleza castellana por lo que recibe también el maestrazgo de la Orden de Santiago.

Beltrán de la Cueva
Todo esto concita la envidia de Pacheco que difunde el bulo de que la princesa Juana era hija de Beltrán de la Cueva; de aquí el apodo de la Beltraneja. Contra lo que pudiera opinarse, Beltrán de la Cueva nunca tomó partido por su supuesta hija ya que a la muerte de Enrique IV combatió en las filas isabelinas y después participó en la guerra de Granada hasta su muerte en 1492. 
Arbol genealógico de Juana de Castilla, la Beltraneja
Con la privanza de Beltrán de la Cueva, los Mendoza apoyan al rey y Pacheco se inclina hacia la Liga nobiliaria, a la que se suma Juan II de Aragón. Los nobles acusaban al rey de beneficiar a judíos y musulmanes y de perjudicar a los nobles y exigían que el infante don Alfonso fuera nombrado heredero, que fuera educado por Pacheco y que Beltrán de la Cueva fuera expulsado de la corte. Enrique IV claudica y en el Tratado de Cigales accede a todo, pero los nobles plantean la sentencia arbitral de Medina del Campo con unas condiciones que el rey no acepta. Se  produce la Farsa de Ávila por la que la Liga nobiliaria proclama rey al Infante Alfonso, comenzando una guerra civil. Enrique IV pretende aplacar a los insurrectos ofreciendo en matrimonio a Isabel de Castilla con Pedro Girón, hermano de Pacheco, pero este muere antes del matrimonio.

Fernándo II de Aragón
En 1467 después de la Batalla de Olmedo, que queda en tablas, Enrique IV, pierde Segovia donde estaba el tesoro real y llega a un acuerdo por el que entrega a la reina Juana como rehén. Esto  le perjudica porque se dijo que durante ese período la reina quedó embarazada.
Isabel de Castilla
En 1468 muere Don Alfonso y sus partidarios declaran  que Isabel era la heredera pero esta  se niega a tomar el título de reina y se proclama Princesa heredera de Enrique IV por lo que consigue que en 1468 se firme el Tratado de los Toros de Guisando por el que Enrique IV la declara heredera reservándose el derecho de acordar su matrimonio. La razón para dejar de lado a Juana no era por ser hija de otro hombre sino porque el matrimonio entre Enrique IV y Juana no era legítimo. Pero Isabel se casa con Fernando de Aragón en 1469 con lo que Enrique consideró inválido el tratado y vuelve a nombrar heredera a Juana.

 Cuando muere Enrique en 1474 empieza la guerra civil.  

miércoles, 21 de noviembre de 2012

TERTULIA LITERARIA


LA ESTRATEGIA DEL AGUA, Lorenzo Silva (Destino)

No hace falta devorar toda la literatura nórdica para toparnos con unos detectives que resuelven asesinatos. En España tenemos a dos guardias civiles: Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, ambos guardias civiles que se enfrentan a los malos y siempre ganan. En este caso se comienza poniendo en entredicho el sistema judicial pero al final las generalizaciones se aparcan: Los gremios no existen en realidad. existen las personas (p.369). Con una certera descripción de la sociedad actual española, un lenguaje coloquial y cierta dosis de ironía vamos leyendo cómo se encuentran a los culpables del asesinato de un hombre aparentemente normal y sin historia.  Supone un placer leer este tipo de novela policiaca, tan cercana a nuestra realidad, me ha atraído mucho más el ambiente tan realista y tan de andar por casa que la intriga en sí. Dato curioso: en wikipedia el personaje inventado supera en contenidos a su autor…lo que tiene la ficción.

jueves, 1 de noviembre de 2012

CLASE DE HISTORIA


LA CAÍDA DE CONSTANTINOPLA



Asedio a Constantinopla
Península de Morea
En julio de 1422 Constantinopla fue asediada por las tropas de Murad II, que se defendió con éxito a las órdenes de Juan VIII. Un visionario musulmán dijo a los turcos que Constantinopla sería conquistada el 24 de agosto. Ese  día se lanzó un formidable ataque que fue rechazado. Murad II decidió levantar el asedio, pero al año siguiente los otomanos ocuparon parte de la península de Morea, luego cercaron Tesalónica y al déspota de la ciudad no le quedó más remedio que entregársela a los venecianos en 1423.
Muradd II

Juan VIII

Con Juan VIII se instaló en Constantinopla un espíritu de resistencia que prefiere la muerte con honor. La única salida era la ayuda exterior, fuera de Venecia, del Papa o de Segismundo de Hungría que parecía haber comprendido la gravedad de la situación. La victoriosa defensa de Constantinopla estimuló sus esperanzas y en 1423 realiza el primero de sus viajes  a Hungría e Italia para buscar ayuda

Segismundo de Hungría

Durante su ausencia, Manuel II que se había retirado a un monasterio, lo abandona y ocupa nuevamente el trono para imponer una política pacifista de cesión ante los turcos. Para  ello pone al Imperio bajo la tutela de los turcos y paga un tributo al Sultán y además entrega todos los puertos del mar Negro. Bizancio compraba a un precio muy alto un respiro que coincidía con los intereses del sultán Murad II que pensaba que Constantinopla caería sin sangre, pero Manuel II muere pocos días después de firmar el tratado.
Manuel II
El sultán permite que Juan VIII y sus hermanos Constantino, Dragases y Tomás Paleólogo recuperasen la península de Morea expulsando a los venecianos; de esta forma trabajaban indirectamente para los turcos
Mientras tanto Murad II se dedica a eliminar los pocos principados independientes que quedaban en Anatolia y en 1430  vuelve a occidente, conquista Tesalónica de donde expulsa a todos los habitantes cristianos y los sustituye por turcos. 
Tesalónica
Al  año siguiente caen Epiro y Acarnaia y Jorge Brankóvitz, príncipe de Serbia tiene que someterse al Sultán. En  1437 ocupa Valaquia estableciendo las líneas fronterizas de los turcos en el Danubio de forma que Murad II gobernaba todos los territorios que 500 años antes formaban el Imperio Bizantino. 
Valaquia

En  medio de ellos, como una isla, estaba Constantinopla que con grandes dificultades podía conservar las comunicaciones con occidente. Génova por su parte había elegido negociar con los turcos y su eterna rival, Venecia, mantenía su alianza con Bizancio; por otra parte estaban  las relaciones entre los hermanos del Emperador, herederos   por falta de hijos en la línea del Emperador.
La última esperanza fue quemada durante el concilio de Basilea en el que se enfrentaban los conciliarista y el Papa. El  emperador había negociado tanto con los primeros como con el Papa que buscaba desesperadamente la unión de las Iglesias. Había un partido favorable a la Unión encabezada por Besarión de Trebisonda, arzobispo de Nicea, e Isidoro de Kiev; pero su punto de  vista era solo el de dos sectores de la Iglesia ortodoxa que preconizaban la resistencia ante los turcos. Murad II manifestó su oposición al viaje que emprenden en 1437 Juan VIII y sus eclesiásticos.
Bessarion de Trebisonda
Libro Litúrgico de Isidoro de Kiev
 La Unión se llevó a cabo en julio de 1439 en la catedral de Florencia  y se apoyaba en una fórmula teológica que parecía satisfactoria para ambas partes; otras Iglesias disidentes también la aceptaron y fueron más perseverantes que la bizantina.
El patriarca de Moscú y todos los obispos rusos manifestaron su repulsa de principio y sin concesiones, calificando la Unión como acto político y contrario a la fe. 
Marcos, Obispo de Efeso
Durante el Concilio  se había manifestado un partido contrario encabezado por Marcos, Obispo de Éfeso, en territorio ocupado por los turcos, que se negó a suscribir el Acta de la Unión. Cuando regresa Juan VIII en 1440 la oposición era tan grande que  los acuerdos ni siquiera pudieron ser leídos en Santa Sofía. A  causa del escándalo el emperador hizo detener a Marcos de Éfeso, pero luego lo liberó para que se enfrentase con los legados pontificios en 1443. Un tercer hermano de Juan VIII, Demetrio, buscó el apoyo de los enemigos de la Unión intentando conseguir el trono. Murad II prohibió que empezara una guerra civil, que no le favorecía en aquellos momentos.
Marcos adoptaba una posición que compartían muchos que, como él, eran obispos en ciudades dominadas por los turcos. La situación política era irreversible y las condiciones ofrecidas por el Sultán a la Iglesia, les parecían mínimamente satisfactorias, mucho más de lo que es su opinión, podía dar el retorno a la obediencia al Papa. Este es el aspecto más importante del fracaso de Juan VIII: los eclesiásticos  estaban dispuestos a acomodarse al régimen otomano, desentendiéndose de la suerte del Imperio. Si la salvación de éste no podía venir sino del abandono de la ortodoxia, más valía su muerte.
                                                                            Eugenio IV
La Cruzada: La Unión comprometía a los occidentales a una cruzada que Eugenio IV proclamó en 1440. En  ciertos sectores de la Cristiandad despertó un sincero entusiasmo. La reconquista de Valaquia por los húngaros y la ocupación de Sofía anima a preparar una ofensiva dirigida en tierra por Ladislao Jagelló, rey de Hungría y por Venecia por mar.
                                                                  Ladislao Rey de Hungría
Los cruzados atravesaron el Danubio y el cardenal Cesarini, legado papal, recomendó que rechazaran la oferta de paz de Muad II ya que se había proyectado llevar el ejército hasta el puerto de Varna y allí embarcarlo hasta Constantinopla pero la flota no llegó, dando tiempo a Muad II a regresar a Europa enfrentándose a los cruzados en Varna en 1444. El  caudillo búlgaro Juan Hunyadi destrozó los flancos de ejército turco, pero la errónea maniobra de Ladislao de Hungría, que le costó la vida, llevó a sus soldados a un desastre.
Juan Hunyadi
Los efectos de la batalla fueron decisivos. Venecia firmó una paz por separado con el Sultán, que con sus tropas ataca el Peloponeso,derrotando a los búlgaros de Juan Hunyadi en 1448 en Kossovo. A partir de ese momento Constantinopla está sentenciada, Juan VIII muere el 31 de octubre de 1448 bajo los efectos depresivos de la noticia.
                                                             Constantino XI
Las divisiones entre unionistas y ortodoxos estuvieron a punto de provocar una última guerra civil. Constantino XI, candidato de los primeros y Demetrio de los segundos se enfrentan, pero Muad II intervino como pacificador y dio su consentimiento para que Constantino XI fuese ungido emperador en enero de 1449, pero cediendo a sus hermanos Tomás y Demetrio la península de Morea que se la reparten. 
                                                                 Tomás Palaleologos

En Constantinopla los enemigos de la Unión formaban un partido muy fuerte entre los que se integraban teólogos importantes que consideraban a Marcos de Éfeso como un santo confesor de la fe. Los disidentes se reunieron en Concilio en Santa Sofía y aprobaron un escrito en el que se denunciaba la Unión y se combatía ásperamente al Pontificado.        
                                                          Muhammad II (Mahomet)
La muerte de Muad II puso un compás de espera pero era sabido que Muhammad II (Mahomet) su sucesor consideraba imprescindible conquistar Constantinopla. Para  ello firma la paz con Venecia. Mientras, Constantino XI restablece la Unión y solicita al Papa que envíe un legado, que fue Isidoro de Kiev. En la primavera de 1452 los turcos construyen un fuerte en la orilla europea del Bósforo donde se establece Mahomet mandando asesinar a todos los cristianos de la zona.

Constantinopla, frente a los turcos, escogió la muerte con honor ante un asedio muy bien concebido. Un ingeniero húngaro construyó un cañón que abrió una brecha en la puerta de San Román. El 18 de abril de 1453 lanzan un asalto que fue rechazado gracias al "fuego griego". Las galeras turcas pretenden romper las cadenas del Cuerno de Oro pero no lo consiguen y el 20 de abril, tres galeras genovesas fuerzan el bloquea amparadas en la superioridad de sus cañones y la velocidad de sus remos. Pero desde los últimos días de abril, los artilleros turcos, desde sus emplazamientos de tierra, comienzan a hundir las naves cristianas.
Desde el  21al 25 de mayo, los turcos consiguieron abrir tres brechas en las murallas pero los defensores resistieron de forma increíble hasta el  extremo que Mahomet propuso a Constantino XI trasladarle a Morea en calidad de vasallo y amenazaba con reducir a la esclavitud a toda la población si no se rendían. La respuesta del Emperador fue que estaba dispuesto a morir. El  23 de mayo una galera regresó a Constantinopla anunciando que ninguna vela veneciana se contempla en el horizonte. El 28 de mayo, seguros de que había llegado su última hora, los sitiados se reunieron en Santa Sofía, en una gran ceremonia penitencial, reconciliándose y recibiendo los Sacramentos. A la una y media de la madrugada los turcos asaltan la ciudad, los jenízaros consiguen romper las defensas de la puerta de Andrinópolis. Constantino se lanzó a la lucha y murió en ella; su cadáver sería reconocido más tarde porque llevaba los zapatos púrpura de los emperadores romanos. Las casas fueron saqueadas y los habitantes reducidos a esclavitud. 
                                               Mohamet entra a caballo en Santa Soria

Mohamet entró a caballo en Santa Sofía para profanarla, tiró las reliquias sagradas del altar mayor y leyó la oración musulmana desde el ambón. La catedral se convierte en mezquita y la ciudad cambia de nombre por el de Estambul (Sublime Puerta).